Hace pocos días leí una nota de Verónica Coello Moreira, lo que me indujo a pensar y
sobremanera a cambiar de actitud frente a la vida, en efecto, la mayoría de las personas
nos inclinamos a posponer casi todo dejándolo para después. Casi siempre postergamos
en pensar que tenemos el futuro comprado con la salida de no comprometer el presente.
A propósito, y en calidad de docente del Programa Académico “Universidad para las
Personas Adultas Mayores (UPAM) en Cuenca, me ha llamado la atención que la
mayoría de estudiantes se arrepienten de no haber antes estudiado o de no haber seguido
una carrera que les gustaba, que no conocieron muchos lugares, que se privaron de
reuniones o fiestas, que no saborearon algún buen potaje, que no se disculparon ante los
ofendidos, que no se vistieron de lo que les atraía, que no se dieron un tiempito de ocio,
que no acudieron a algún buen espectáculo, que no dieron gusto a su cuerpo, que no se
declararon a él o a ella el amor ciego que le tenían, y muchos más arrepentimientos por
no afrontar o hacer a su debido tiempo, por planificar mucho para el futuro, por
proyectarnos poniendo tantas fechas sin conocer el “cuándo nos iremos para siempre”.
Que hay limitantes es cierto, pero no imposible. Seamos positivos en el presente sin
postergar situaciones que lo podemos hacer sin proyectarnos desmesuradamente
sabiendo que los imposibles o decesos vienen sin avisar ¿Qué el dinero es un limitante?:
Coello dice: “Sí, muchas veces, pero el dinero es como el agua, va y viene, lo
importante es organizarse y poner de vez en cuando el placer en algún lugar importante
para poder vivir y no solo sobrevivir”. Tengamos presente que, cuando lo podamos
hagamos, porque el cuerpo y la mente al menos pensado nos pueden negar lo
proyectado ¿Qué tenemos miedo al fracaso? Es uno de los factores más frecuentes para
la postergación, empero, hay que tener en cuenta que esta es solo una posibilidad, que
los traspiés la mayoría de las veces se generan por el miedo al fracaso, que este es parte de
la vida, por ende, no altera nuestro valor, y que si no vivimos bien vivido para qué
estamos en el mundo. Lo que tenemos que hacer, hagamos hoy para no lamentarnos,
caso contrario, recordar que solo a la “parca” no podemos postergar. (O)