Cuenca en peligro

Esta hermosa y nuestra Cuenca se distinguió, desde siempre, por haber sido bañada por el agua proveniente de los páramos azuayos, muy particularmente, del macizo de El Cajas y, al sur occidente, por la magia de Kimsakocha; actores, éstos, de una cuenca hidrográfica que nos permitió vivir en el valle de Guapondelig, dedicarnos al agro y, desde 1983, generar el 30 % de la hidroelectricidad para el Ecuador con el Proyecto Paute en la denominada Cola de San Pablo, obra que fue inaugurada por el presidente Oswaldo Hurtado Larrea.

Cuenca está indignada porque su esencia hídrica y vital enfrenta una agresión determinada por el extractivismo a gran escala que, básicamente, ocasiona un deterioro ambiental del entorno donde su accionar se lleva las riquezas, sembrando degradación, muerte y tragedia.  Surgen así muchas lesiones consideradas como ecodelitos, precisamente por ausencia de una ética ambiental que contemple el buen manejo y uso racional de los recursos naturales, guiada por el análisis de impacto ambiental, de costo y beneficio y por una escala de valores bioéticos.

El extractivismo patrocinado por intereses de multinacionales y avalado por gobiernos que irrespetan la voluntad mayoritaria de sus mandantes, agrede la dignidad de los cuencanos y conduce a que sucumban frente a fuerzas ajenas a la urbe patrimonial de la humanidad, menospreciando a Cuenca, al Azuay y al Austro del país.

El agua morlaca está en riesgo, aquella agua que canta en los cauces y riberas de sus venas hídricas, con alegría y singular elegancia; esa agua motivo de inspiración y sanidad de una ciudad única, trabajada con amor por verdaderos orfebres del oro azul, que enaltecen y valoran a su cuna.

Es un crimen el envenenamiento del líquido vital y la naturaleza de una ciudad, considerada modelo, no perfecto pero sí, ejemplo, no sólo a nivel nacional. La antigua Guapondelig (término cañari que significa “llanura amplia como el cielo”), hoy Cuenca, es una ciudad honrada, ética y respetada por ser asiento de gente noble y trabajadora, epicentro de artesanos, ciudad universitaria, espacio de artistas, pensadores y científicos.

CUENCA, DEBE SER RESPETADA, ESTAMOS EN PELIGRO. (O)

Dr. Eduardo Sánchez

Doctor en Química por la Universidad de Cuenca. Excatedrático de la Universidad de Cuenca. Director del Proyecto “Reproducción de orquídeas por semillas”. Conferencista y articulista internacional.

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