El 24 de mayo de este año, el Ecuador tuvo la suerte de escuchar un discurso del Presidente Noboa en el cual hizo gala de ponderación, de sinceridad y de ecuanimidad. Si bien es cierto que condenó a aquellos políticos enemigos de la Patria que piensan y proclaman que si ellos no están en el poder este no es legítimo, que son acostumbrados a la injuria y al odio y que consideran que solo sus proclamas son válidas. Bien por Daniel Noboa un verdadero patriota, joven y honesto que trata de enrumbar correctamente al país ante el evidente desagrado de Correa y su pandilla que no soportan la idea de que alguien haga bien las cosas y se diferencie de su pésima gestión que protege a las mafias delincuenciales.
Ahora vemos claramente cuál es la verdadera condición humana de los asambleístas de la RC5 que están en desbandada y en completo descontrol por la desacertada e inicua conducción de Luisa González que insulta vilmente a una compañera suya con adjetivos inconcebibles de “tuerta de mierda” y que protege a un violador prófugo y apoya el que se permita que personas desde los 14 años estén en capacidad de decidir sobre si tener o no relaciones sexuales. Claramente parece que pretende legalizar los actos vergonzosos a los cuales aquel está acostumbrado. Ella afirma que sus postulaciones a la Presidencia de la República no fueron a cambio de favores sexuales a favor con un prófugo ya que si bien los hubo estos fueron por amor. Estas confesiones no le interesan al país pues representan claramente la ordinariez a la cual ese partido político ha arrastrado al país.
El presidente Noboa se ha mostrado como un hombre por encima de las pequeñas demostraciones de amargura y resentimiento. Anunció la decisión de luchar contra las mafias, tanto las delincuenciales como las políticas que todos sabemos bien cuales son. Pero es evidente que le falta eliminar los vestigios de esa mafia política de los sitios de gobierno en que permanecen enquistados y haciendo lo posible para que fracasen los empeños e iniciativas del gobierno de Noboa. No les importa si los problemas que tenga el gobierno actual representen problemas para el pueblo ecuatoriano; el prófugo y su gente estarán más felices mientras peor sea la suerte del Ecuador. (O)