Ya días atrás en la Asamblea por el Agua, llevada a cabo en Cuenca, en el teatro Sucre con el propósito de evitar la ejecución del proyecto minero de Loma Larga, monseñor Marcos Pérez mencionó “que hablar del agua es hablar de la vida y la vida es sagrada”. Monseñor dijo que debe existir un compromiso de todos al que debemos amarlo y defenderlo y que por eso él quería manifestar el compromiso con la provincia y el cantón. Indicó que si cuidamos tanto la naturaleza es porque amamos la vida y nos amamos a nosotros mismos e invitó a caminar juntos para defender este líquido vital, dejando a lado las banderas políticas e ideológicas en la defensa del agua.
Nosotros de manera especial debemos cuidar el agua en toda nuestra provincia y no concentrar nuestra acción en defender el agua en un solo lugar por intereses políticos. Monseñor se refirió a cuidar la vida, la naturaleza y a cuidarla en toda la provincia y eso es lo que merece hacerse. El proteger este recurso vital es hacerlo dentro del uso sostenible para todos, azuayos y cuencanos. En esta provincia debemos cuidar esa vida y esa agua que mencionó Monseñor.
Los desechos y materiales nocivos debemos usarlos de manera adecuada para no contaminar, los productos químicos hay que saberlos usar. Tampoco se puede desperdiciar sin responsabilidad toda el agua. El agua como sabemos es un recurso limitado del planeta y un buen manejo de la misma evita propagar las enfermedades y ayuda a conservar el medio ambiente. Al abrir la llave de agua de una casa parece que tenemos de sobra pero realmente es un recurso limitado ya que solo el tres por ciento de agua potable es dulce. En cambio para el campo y para la agricultura tenemos mucho menos. (O)