Recibir un vuelto demás y guardarlo ágilmente ¡No está bien!
Adjudicarse méritos a través de trampas ¡No está bien!
Negociar documentos asociados a la salud ¡No está bien!
Pedir disculpas sin mirar a los ojos de la persona herida ¡No está bien!
Pagar una pensión alimenticia y creerse un padre/madre ejemplar ¡No está bien!
Fotografiar tu caridad ¡No está bien!
Botar tu basura a la calle ¡No está bien!
Acostarse sin agradecer a Dios ¡No está bien!
Levantarse sin agradecer a Dios ¡Tampoco está bien!
Decir te amo sin sentirlo ¡No está bien!
Divulgar un secreto ¡No está bien!
Salir de casa de tus padres sin pedir la bendición ¡No está bien!
Solapar errores de tus hijos ¡No está bien!
Cubrir una herida que deja la violencia ¡No está bien!
Negarle un abrazo y una sonrisa a un niño/a ¡No está bien!
Denigrar al adversario político ¡No está bien!
Beber agua de botella en mi hermosa Cuenca ¡No está bien!
Hacer mímica en lugar de entonar nuestros himnos ¡No está bien!
Adoctrinar a un manipulable ¡No está bien!
Estos reveses naturalizados, replicados y perpetuados es como vivir sin razón, es como llorar sin lágrimas, es como el saludo por obligación. (O)