En esta semana se desarrolla en México, uno de los eventos culturales más importantes del mundo editorial a nivel internacional, La Feria del Libro de Guadalajara, donde de manera inédita en la historia académica, la Universidad Católica de Cuenca, tiene una representación activa. En este contexto quisiera responder a la pregunta sobre qué significa ser un editor universitario, tomando para ello conceptos de importantes editores y editoras latinoamericanas que aparecen en el texto, De libros, conocimiento y otras adicciones, publicado por la Editorial de Guadalajara en el año 2016. Un editor universitario es un promotor de nuevos contenidos (Dagoberto Arias), es el puente que une la investigación científica con el público en general (Irina Florián), está llamado a tener una visión amplia del movimiento científico, intelectual y cultural de su entorno (Héctor Sanabria), por eso es tan importante el papel de los editores en la generación de proyectos de investigación (Doris Aguirre), uno de los retos del editor es el cuidado de los contenidos (Martha Esparza), consolidar buenos equipos editoriales (Giancarlo Carbone), comprender las transformaciones del ecosistema cultural (Darío Stukalsky), y construir la figura del editor al interior de la propia academia (Rafael Rubio), pues la figura del editor debe ser reconocida como pieza clave dentro de la estructura institucional (Sofía Campos), ya que es un catalizador de proyectos (María Tercibachian), y un promotor del conocimiento (Andrea Nunpaque), lidera y ejecuta procesos y propuestas de internacionalización y vinculación, (Julio Paredes), es un generador de propuestas de prestigio (Sayri Karp), de ahí que el editor debe ser un autor (Denisse Arguelles), y debe acercar la academia a los no académicos (Esteban Giraldo). (O)
