La tuberculosis fue un azote, antes de entender su real patología y antes de descubrir antibióticos con los cuales prácticamente se la erradicó. Ver morir vomitando sangre y en una impresionante desnutrición, fue la imagen truculenta de la enfermedad. Existían y no hace mucho, hospitales LEA solo para tuberculosos, los mismos que hoy ya no existen al no tener enfermos que requieren sus especiales cuidados.
Sin embargo, hoy tiene campo abierto la TB en las cárceles, de donde llegan datos impresionantes de la mitad de reos infectados. Los noticieros pasaron imágenes que realmente me espeluznaron. Presentaron un gran grupo de reos caquécticos que a duras penas se podían mantener en pie, contagiados del mal. Mostraron la escasa alimentación que recibían en base de una pequeña porción de arroz, verde cocido y prácticamente nada de proteína, razón suficiente para que el bacilo de la tuberculosis viaje por el aire e infecte a los infelices presidiarios. Se cura con largos tratamientos con antibióticos, es verdad, pero donde es imposible que se enraíce el mal es en un cuerpo bien nutrido y con defensas inmunológicas satisfactorias, lo que explica que no se contagien, ni guardias ni personal que trabaja en el presidio, que de alguna manera están bien comidos e inmunes.
Que los delincuentes paguen sus penas con privación de libertad y en total confinamiento, es una cosa y otra muy diferente que sean tratados sin la menor compasión, con alimentos tan pobres y de hambre que los lleva a ser esqueletos vivientes, terreno donde la TB se regodea. Con seguridad, el presupuesto para alimentar reos es sustraído, dejando solo lo suficiente para arroz y plátano hervido. Esto si es una vulneración a los mínimos derechos humanos. Imágenes de esta calaña solo fueron vistas en mazmorras del nazismo.
Hacer cárceles dignas y enormes como las de Bukele, no está mal, más bien, es lo que convierte El Salvador, país de los más cruentos, en uno con índice de delincuencia muy bajos en el momento. El gobierno de Noboa se encuentra en el empeño de hacer mega cárceles y parece que empieza ya una, perfecto, recluya ratas narcotraficantes y asesinos donde no puedan hacer daño, pero asegúrese de dar la alimentación y cuidados mínimos indispensables, pues todo ser viviente y muchos más los hombres, aun tengan mala índole, tienen sus derechos con los cuales la sociedad y los gobiernos deben y tienen que cumplir por humanidad y caridad. (O)




