Cirugías estéticas: ¿Qué debe saber antes de operarse?

Especialistas destacan la importancia de una consulta exhaustiva, la certificación profesional y acudir a centros autorizados.

La cirugía plástica y estética mantiene una demanda en constante crecimiento. Cada vez más personas optan por procedimientos para modelar su cuerpo o rostro, ya sea con fines estéticos o reconstructivos.

Según datos del Hospital del Río, el 38,4 % de su actividad quirúrgica corresponde a intervenciones estéticas. Las intervenciones más solicitadas son de contorno corporal, rinoplastia y cirugía mamaria.

Sin embargo, este incremento también invita a reflexionar sobre los posibles riesgos, la importancia de la ética profesional, el respeto al paciente y la necesidad de que tomen decisiones informadas.

Pablo Salamea Molina, cirujano plástico estético y reconstructivo del Hospital del Río, con 11 años de experiencia, explica que la primera fase es la consulta.

  • En la consulta se elabora la historia clínica completa para conocer los antecedentes, enfermedades, posible medicación y expectativas del paciente.

“Es importante saber qué busca, si lo que desea es posible y si es seguro hacerlo. También se explican los procedimientos y las opciones”, indica.

  • Examen físico. Después de la entrevista, se realiza un examen físico adaptado al área a intervenir. “En cirugía facial no necesitamos exponer al paciente; evaluamos la parte anatómica y estructural. En cirugía corporal se descubre el área a operar, siempre con bata y se toman fotografías para el análisis”, detalla.
  • Evaluación preoperatoria. Se solicitan exámenes de laboratorio y cardiológicos. Con esos resultados, se determina si es viable realizar la cirugía.
  • Consentimiento informado. El paciente recibe el , documento que detalla el procedimiento, sus riesgos y las alternativas en caso de complicaciones. Este debe ser entregado y firmado con anticipación, no el mismo día de la intervención.

Confianza y respeto

La confianza y el ambiente cómodo son importantes. El cirujano debe explicar al paciente cómo será el examen físico, en qué consiste, pedir autorización antes de tocar y usar guantes quirúrgicos de acuerdo con el área a analizar.

“Si hay que hacer mediciones o pinzamientos también se avisa antes. Es fundamental que el paciente sepa qué se le va a hacer para que se sienta seguro”, afirma.

Si el paciente es menor de edad, debe estar acompañado.

En el caso de adultos, se recomienda la presencia de un familiar o persona de confianza si esto le da mayor tranquilidad.

No existe un reglamento que determine cómo tocar o cuánto presionar el examinar. “Se trata de examinar con respeto, consideración y manteniendo la distancia adecuada. Si el paciente expresa incomodidad, lo correcto es suspender el examen, incluso la consulta”, agrega.

Una preocupación del gremio es el intrusismo, dado que han proliferado consultorios en edificios sin infraestructura adecuada, e incluso spas donde se ofrecen procedimientos bajo anestesia local o sin el respaldo médico necesario.

Control

El Ministerio de Salud Pública y la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (ACESS) prohíben realizar intervenciones en consultorios. Solo pueden efectuarse en hospitales o clínicas con unidad de cuidados intensivos.

Procedimientos como liposucciones o lipoesculturas no deberían hacerse fuera de un centro quirúrgico debido a su complejidad.

“Cuando hay ofertas baratas, algo se está sacrificando y normalmente es la seguridad. Muchos no dimensionan el peligro”.

Verificación

La recomendación es verificar si el cirujano está certificado. Esto se puede hacer en línea en:

La Sociedad Ecuatoriana de Cirugía Plástica (SECPRE)

La Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt).

Al ingresar los dos apellidos del médico se accede a la información.

Un caso judicial reciente que involucra a un cirujano ha impactado al gremio. “Nos afecta como médicos. Hay más precaución, porque también somos vulnerables a interpretaciones equivocadas”, sostiene Salamea.

Silvia Montoya, Médico Cirujano por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que hoy en día las redes sociales han cambiado la manera en que los pacientes acceden a la información, muchas veces minimizando los procedimientos y sus riesgos.

“Hacen creer que el procedimiento más simple lo puede hacer cualquiera en cualquier lugar, pero es vital realizar una valoración completa del paciente, utilizar productos médicos certificados y hacerlo en un sitio seguro. Las redes a veces muestran cambios excesivos, alejados de lo que realmente puede esperar el paciente”, concluye.

¿Se controla la publicidad?

En cuanto a la publicidad, el Instructivo de Regulación de Publicidad de Servicios con Fines Estéticos establece que toda promoción debe ser autorizada, controlada y vigilada por la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (ACESS).

Esta entidad debe velar para que la información difundida sea veraz, clara y no induzca a error. El reglamento prohíbe la omisión de riesgos, el uso de testimonios personales y de profesionales de la salud para convencer al público o la exageración de resultados.

Antes de pautar, los establecimientos están obligados a presentar una solicitud con información detallada del establecimiento, el contenido del material publicitario, el medio, la duración de la campaña y su alcance.

Si se detecta que la publicidad en los distintos medios de comunicación masiva no cuenta con la debida autorización, se ordena cancelar de inmediato. (I)

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Patricia Naula Herembás

Licenciada en Comunicación Social con experiencia en medios tradicionales y digitales. Hace coberturas y en redacción de temáticas de emprendimiento, empresarial, sociedad e interculturalidad.

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