
En Cuenca, la moda circular se ha convertido en una alternativa real y poderosa frente al consumo tradicional de ropa. Tres jóvenes emprendedores —Camila Vázquez, Christian Mejía y Emilia Heredia— lideran iniciativas que combinan creatividad, compromiso ambiental y una visión moderna del estilo.
Estos proyectos no solo prolongan la vida útil de las prendas, sino que también generan comunidad, promueven el consumo responsable y ofrecen una propuesta estética fresca y consciente.
¿Qué me pongo? – moda circular en el Centro Histórico de Cuenca

Ubicada en una casa patrimonial del Centro Histórico, la tienda ¿Qué me pongo? es el proyecto de Camila Vázquez, una joven que dejó el Derecho para dedicarse de lleno a la moda sostenible.
Una historia que nació en pandemia
Todo comenzó durante la pandemia, cuando Camila decidió organizar su clóset y compartir combinaciones de ropa en Instagram. La acogida fue tan positiva que, tras pasar por un local improvisado, finalmente abrió su tienda actual, un espacio donde la moda vintage se encuentra con la historia arquitectónica de Cuenca.
Curaduría rigurosa y estilo consciente
- Camila solicita al menos 20 piezas por cliente.
- Repara detalles menores.
- Dona lo que no cumple los estándares.
- Exhibe piezas únicas, como una cartera Coach de edición limitada.
Actualmente, combina la gestión de su tienda con estudios de Marketing, apostando por un modelo donde la ropa de segunda mano cobra un nuevo valor estético y emocional.
Chagras – moda juvenil y circular en El Cebollar

En el sector de El Cebollar, al norte de Cuenca, Christian Mejía lidera Chagras, una tienda que combina la moda circular con creatividad digital y un fuerte arraigo cultural.
Origen del nombre y del emprendimiento
El nombre “Chagras” proviene del kichwa y hace referencia a los campesinos y ganaderos de la Sierra. Christian lo adoptó como homenaje a su infancia en el campo.
Su negocio nació de manera espontánea durante una mudanza, vendiendo ropa en redes sociales. A pesar de obstáculos, como la pérdida de su primer espacio por una fuerte lluvia, hoy su tienda física está dirigida a un público joven y moderno.
Modelo de negocio colaborativo
- Cada venta se divide entre el dueño original de la prenda y la tienda.
- Las prendas pasan por un proceso de limpieza y restauración.
- Utiliza videos humorísticos y tips de outfits para atraer clientes de todo el país.
Chagras es ejemplo de cómo el emprendimiento joven puede adaptarse, reinventarse y aportar a un consumo de moda más consciente.
Floresta – tradición familiar y ropa vintage con historia

En la esquina de Presidente Córdova y Hermano Miguel, Emilia y Analiz Heredia lideran Floresta, una tienda que nace de la tradición de vender ropa en ferias familiares, transformada en un negocio formal con propósito.
Moda sostenible desde el hogar
Inspiradas por los armarios repletos de ropa en desuso entre amigas y familiares, las hermanas comenzaron a recolectar, restaurar y vender prendas con alto valor sentimental y estético.
Procesos que garantizan calidad:
- Revisión de costuras y botones.
- Lavado y desinfección.
- Transformación de prendas inservibles en bolsos hechos a mano.
La madre de las fundadoras también colabora, haciendo de Floresta un espacio familiar que conecta con distintas generaciones.
Instagram como vitrina principal
Cada publicación genera visitas casi inmediatas al local. Con miras al futuro, Floresta proyecta expandirse al cantón Paute, demostrando que el crecimiento sostenible sí es posible.
Moda circular en Cuenca: un movimiento en expansión
Las historias de ¿Qué me pongo?, Chagras y Floresta confirman que la moda circular en Cuenca no es una moda pasajera, sino un movimiento creciente liderado por jóvenes con visión, compromiso y sensibilidad ambiental.
Lo que une a estos emprendimientos:
- La voluntad de transformar hábitos de consumo.
- La creación de experiencias únicas con ropa de segunda mano.
- El impulso de una economía más justa y comunitaria.
Como afirma Emilia Heredia:
“La moda circular no solo prolonga la vida de las prendas, sino que transforma hábitos, genera comunidad y cuida del planeta”
Cuenca se suma a la tendencia global de moda circular

En una ciudad donde el pasado convive con la innovación, la ropa usada dejó de ser un tabú para convertirse en sinónimo de creatividad, sostenibilidad y estilo.
Los proyectos de Camila, Christian y Emilia son faros que iluminan el camino hacia un futuro más consciente, inspirando a nuevos emprendedores a elegir un modelo de negocio donde el planeta también importa. (I)
Entrevista: Silvia Zeas, coordinadora de la Escuela de Diseño Textil e Indumentaria en la Universidad del Azuay

Silvia Zeas Carrillo, diseñadora ecuatoriana, es Doctora en Diseño y Moda. Reconocida por su estilo Etno-Folk, ha participado en más de 70 desfiles. Es Diseñadora Oficial de Miss Ecuador y Reinas de Cuenca, coordinadora en la Universidad del Azuay y gestora cultural.
“Es necesario impulsar espacios permanentes”
– ¿Cuáles son las principales barreras que enfrentan los talleres y emprendimientos de moda en Cuenca y el Azuay para adoptar prácticas de economía circular?
Actualmente existen pocos espacios de circulación del diseño, los cuales suelen ser itinerantes. Es necesario impulsar espacios permanentes, gestionados de manera colectiva junto con instituciones públicas, con el fin de reducir costos y fortalecer la competitividad.
– ¿Cómo se puede combinar la innovación tecnológica en el diseño con la preservación de técnicas artesanales locales?
La innovación tecnológica abre nuevas oportunidades, sin embargo, es importante analizar cuidadosamente su aplicación en el desarrollo de las técnicas artesanales. De lo contrario, existe el riesgo de desplazar su concepción práctica y el valor cultural que conllevan.
– La moda circular puede transformar la industria; desde su perspectiva, ¿qué efectos podría tener sobre los empleos tradicionales en confección y producción, y cómo podrían adaptarse los trabajadores?
Esta transformación puede generar impactos positivos en el ambiente y en la sostenibilidad del sector. Su implementación requiere inversión, un cambio en la mentalidad productiva y una adaptación hacia nuevas formas de confección y organización del trabajo
– ¿Qué riesgos y oportunidades enfrentan los pequeños talleres o emprendedores al intentar implementar prácticas de moda circular, y qué apoyos serían necesarios?
Los riesgos implican limitaciones financieras, desconocimiento técnico y dificultades para acceder a materiales sostenibles. No obstante, existen oportunidades en la diferenciación de marca, el acceso a nichos de mercado especializados y la posibilidad de articularse en redes colaborativas.
Para ello se requieren apoyos en formación, financiamiento y políticas públicas que incentiven la transición.
– ¿Cómo imagina la industria de la moda en el país dentro de 10-15 años si se consolida la moda circular, y qué riesgos ve si no se toman decisiones ahora?
Si la moda circular logra consolidarse, la industria podría orientarse hacia un modelo más sostenible, competitivo y culturalmente diverso, capaz de posicionar al país en el ámbito internacional.
En cambio, si no se adoptan decisiones oportunas, se corre el riesgo de profundizar problemáticas como el impacto ambiental, la precarización laboral y la pérdida de saberes tradicionales. (I)