El Hospital Vicente Corral Moscoso (HVCM) mantiene actualmente en seguimiento médico a 1.500 personas que viven con VIH, cifra que ha crecido desde el año 2000, cuando solo dos personas estaban en tratamiento.
El infectólogo Javier Ochoa, coordinador de la Unidad de Atención Integral, describe un escenario que combina avances médicos con barreras culturales.
“Portar el virus aún es estigmatizante. Muchos pacientes ocultan su diagnóstico por presión social, personal, laboral o familiar. Eso provoca que lleguen tardíamente”, dijo Ochoa.
Entre enero y octubre de 2025, el Hospital Vicente Corral Moscoso registró:
- 105 nuevos diagnósticos de VIH
- 65 pacientes recuperados y reinsertados en tratamiento
- 47 hospitalizaciones por enfermedad avanzada
- Un fallecimiento, lo que representa una tasa de mortalidad del 2 %
El año 2024 anterior hubo 158 casos nuevos, una cifra mayor a la de este periodo, aunque las autoridades advierten que las variaciones anuales no siempre responden a un patrón estable.
Prevención materno-infantil
Uno de los hitos del hospital es su programa de prevención de transmisión vertical (madre–hijo).
En los últimos tres años, 26 recién nacidos controlados hasta los cuatro años no adquirieron el virus, pese a ser hijos de madres con VIH.
Solo entre enero y octubre de 2025 se realizaron 6.263 pruebas a gestantes, con cuatro resultados positivos.
El HVCM mantiene anualmente un control de entre 5.000 y 6.000 madres embarazadas, con una incidencia que oscila entre 1 y 5 casos positivos por año.
El acceso a medicación antirretroviral es gratuito. “En los años 90, un paciente podía tomar 20 o 30 tabletas diarias. Hoy hablamos de un comprimido con tres antirretrovirales combinados. Haber disminuido eso es un avance enorme en cuanto a la calidad de vida del paciente”, señala Ochoa.
El servicio está conformado por un equipo multidisciplinario de profesionales, que ofrece acompañamiento médico, psicológico, social y humano.
El reto pendiente: educación y fin del estigma
Para Ochoa, la educación es el eje central de la prevención. La población joven —de 19 a 34 años— continúa siendo la más afectada, vinculada a mayor actividad sexual. El hospital ofrece pruebas de VIH con consentimiento, pero aún existe miedo a la valoración y al diagnóstico por presiones sociales, familiares o laborales.
“La mayoría de pacientes llegan en etapa avanzada. Aun así, con tratamiento oportuno la recuperación es posible”, subraya el infectólogo. (I)
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