La Prefectura impulsa por primera vez un plan de vivienda de interés social destinado a la zona rural del Azuay. En esta fase inicial, los primeros beneficiarios serán los habitantes del cantón Cuenca.
Con este propósito, la institución ya ha dado los dos primeros pasos: destinó más de 800 mil dólares en el presupuesto del próximo año para financiar el proyecto e inició el proceso legal de declaratoria de utilidad pública para adquirir un terreno en el sector de Misicata.
La expropiación del predio se concretaría el próximo 13 de enero al contar con la resolución de ocupación inmediata, luego de que el proceso fuera publicado en la prensa a finales de noviembre para conocimiento de las partes involucradas. Con ello, la Prefectura podrá contratar los estudios y ejecutar las obras de infraestructura necesarias para viabilizar la construcción de entre 75 a 80 viviendas que tendrá dicho plan.
En una entrevista con El Mercurio, el prefecto Juan Cristóbal Lloret explicó el modelo previsto para ejecutar el plan de vivienda, el cual también involucra a los municipios –encargados de identificar los predios aptos para el proyecto- y a la empresa privada que asumirá la construcción de las casas. Detalló que la Prefectura espera concluir las obras de infraestructura a finales de 2026, para luego realizar una convocatoria pública para un proceso de subasta del predio -dividido en lotes- con el fin de incorporar a la empresa privada, que deberá cumplir su rol conforme a los diseños establecidos en los estudios técnicos.
La vivienda por sus características tendría un valor comercial de alrededor de 100 mil dólares. Sin embargo, quienes accedan al proyecto pagarían aproximadamente unos 70 mil dólares, debido a que se eliminaría el costo del suelo.
La Prefectura recuperará la inversión destinada a las obras de infraestructura (sistemas sanitarios, calles, aceras e instalaciones subterráneas). Esos recursos permitirán impulsar nuevos proyectos de la misma naturaleza, además de financiar otra iniciativa para dotar de un techo digno a personas de escasos recursos con la rehabilitación de sus viviendas en malas condiciones.
Sobre el financiamiento para quienes deseen acceder a una vivienda, Lloret explicó que se realizará una convocatoria para que los interesados se inscriban en la Coordinación de Vivienda de Interés Social Rural de la Prefectura. Allí se llevará a cabo un análisis crediticio que permita viabilizar un financiamiento a través de cooperativas de ahorro locales y mutualistas.
“La vivienda es pagada; no podemos entregar casas gratuitas, pero si ofrecer financiamiento hasta 20 años para las personas que tengan la capacidad de cubrir las cuotas”, señaló la autoridad.
Reacciones sobre plan de vivienda
Para autoridades municipales y parroquiales toda iniciativa suma para solucionar una de las principales necesidades de la población rural de acceder a viviendas propias.
Para Paulo Cantos, alcalde de Guachapala, es interesante que la Prefectura impulse un plan de vivienda, especialmente porque conoce de cerca la realidad en la que viven los ciudadanos de la zona rural. Aseguró que los municipios están dispuestos a colaborar en todo lo que esté relacionado.
De su parte, Josué Bravo, presidente del Consorcio de Juntas Parroquiales de Cuenca, indicó que cuando se construyen viviendas de interés social se hace más accesible a la población adquirir un inmueble. “Desconozco a fondo cual sería el procedimiento y lugar donde se establecería, pero como autoridades es un deber buscar opciones que beneficien a los habitantes”, citó Bravo.
Programa “Pisos dignos”
El Gobierno Provincial del Azuay maneja un proyecto para mejorar las condiciones de vida de personas de escasos recursos, cuyas viviendas se encuentren en malas condiciones. Este programa lleva el nombre de “Pisos dignos”.
Según el registro de la Prefectura, se han intervenido 135 viviendas rurales, que suman 4.542 metros cuadrados, bajo estas características en distintos rincones de la provincia, especialmente en el cantón Nabón en las localidades de San Vicente, San Francisco y Rañas.
El personal de la institución realiza las obras necesarias para mejorar pisos, paredes y otros espacios. Previamente, bajo un análisis, se identifica a los beneficiarios del programa.
La institución recalca que esta iniciativa es un hito histórico en su gestión, dado que el sector rural ha estado olvidado en relación a la zona urbana. (I)
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