El servicio de encomiendas entre Ecuador y Estados Unidos, una tradición entre las familias migrantes, intenta recuperarse durante la temporada de Navidad y fin de año.

El sector atravesó una crisis producto de las nuevas regulaciones y aranceles del gobierno de Donald Trump, que paralizaron durante dos meses a los couriers familiares y obligaron a reajustar la cadena de operación.

Rogelio Quizhpi, gerente de Quizhpi Express, explicó que la paralización inició el el 29 de agosto de 2025, debido a la falta de claridad sobre las tasas y permisos exigidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).

“Estábamos exentos de aranceles. Sin embargo, hoy todos los paquetes, desde un centavo hasta 800 dólares, deben pagar un 20 % de impuesto. Esto encarece los envíos y genera más trámites”, señaló.

La empresa registró una caída del 90 % en los despachos y Quizhpi calificó el periodo como “más duro que la pandemia”, una muestra de la magnitud del impacto.

Arancel

Una de las principales modificaciones fue la eliminación, en agosto, de la exención de “minimis” para paquetería menor a 800 dólares.

Esta medida, vigente desde 1938, permitía que pequeños paquetes ingresaran sin aranceles.

“Después de casi 100 años nos cobran por los cambios que hizo el Gobierno de Trump”, señaló el gerente.

Las operaciones se han reactivado tras poco más de dos meses de interrupción, sin embargo, los costos han incrementado.

Los envíos de las familias migrantes incluyen principalmente cuy, queso, tortillas, dulces y pan, todos sujetos a permisos de la FDA.

Esta semana la agencia volvió a permitir el ingreso de bebidas y licores, pero se mantiene la restricción para medicinas.

“Antes la entrega se hacía en dos días, hoy toma tres para cumplir con toda la normativa. Ahora es invierno en Norteamérica, pero veremos cómo nos va en verano, cuando la temperatura puede complicar la situación”, añadió Quizhpi.

Categoría G

Brayan Arcos, presidente de la Asociación de Couriers Familiares Ecuatorianos (Asocfe), indicó que las regulaciones también afectaron los envíos desde Estados Unidos bajo la modalidad 4×4, que desde junio de 2025 paga 20 dólares por paquete.

Ante este escenario, muchos comenzaron a usar la categoría G propia para los migrantes, que les permite seguir utilizando el sistema 4×4 sin pagar esa tasa, siempre que estén inscritos en el consulado ecuatoriano.

Bajo esta modalidad pueden realizar hasta cinco envíos al año.

Requisitos para aplicar a la categoría G

Para poder acceder a esta categoría se necesita:

• Ser ciudadano ecuatoriano y residir en el extranjero.
• Estar registrado oficialmente como migrante ecuatoriano, independientemente de su estatus migratorio en el país de residencia.
• Obtener la cédula de identidad migrante (ID consular)
• Proveer una copia de esa cédula al courier

Este registro incluye a los familiares directos y se puede realizar de manera presencial o virtual a través del portal del Servicio de Paquetería de Cancillería.

Según datos de Asocfe, antes solo el 10% de los envíos se realizaba bajo la categoría G; actualmente, el 80% de las importaciones se gestiona a través de ese mecanismo.

La asociación informó además que cerca del 70% de los 89 couriers autorizados en Ecuador ha logrado reactivar sus operaciones. El resto aún enfrenta dificultades debido a la complejidad de los trámites.

Estrategias

Los que han podido retomar la actividad aplican estrategias como asumir parte de los costos de los aranceles —alrededor del 5%— para no trasladar toda la carga al cliente.

A las regulaciones se sumaron las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) en ciudades como Chicago y Nueva York, destinos principales de la comunidad ecuatoriana.

“Fueron meses negros. Las redadas hicieron que la gente tenga miedo y bajen los envíos”, afirmó Quizhpi.

«Transportamos emociones»

Aunque pueda parecer solo un paquete, representa un vínculo emocional entre familias separadas por la migración.

“No es igual un cuy o un pan hecho por una madre. Nosotros no transportamos productos, transportamos emociones”, señaló Rogelio Quizhpi.

Rosa Bravo, oriunda de Paccha, acudió el 11 de diciembre a enviar alimentos a Queens.

“Aprovecho ahora porque la próxima semana se llena por la Navidad”, dijo. Hizo tortillas de maíz, miel de pulcre y cuy asado para su hijo Diego, de 35 años, quien vive desde hace cinco años en Estados Unidos.

“Hace unos meses no pudimos enviar. Esto lo hago por amor a mis hijos. Allá hace mucho frío y la miel de pulcre, que hago yo misma, le ayuda para los huesos”, comentó mientras hacía fila. Calculó que su envío costaría unos 100 dólares. (I)

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