La tradicional y reconocida chicha que se reparte durante el Pase del Niño Viajero volverá a degustarse el próximo 24 de diciembre de 2025. La familia Pulla, encargada históricamente de su elaboración, inició los trabajos de preparación el pasado 17 de diciembre.
Antes del proceso de cocción, bajo el liderazgo de Patricia Pulla, la familia adquirió los ingredientes y alistó los calderos de gran tamaño en los que se prepara esta bebida ancestral.
Para esta nueva edición del Pase del Niño Viajero se elaborarán alrededor de 10.000 litros de chicha, que serán distribuidos de manera gratuita durante esta multitudinaria celebración religiosa de la comunidad católica de Cuenca.
Como parte del proceso previo, el domingo 21 de diciembre, a las 16h00, se bendecirán 1.000 litros de chicha, que también serán repartidos ese mismo día.
En la elaboración de la bebida se utilizan ingredientes provenientes de distintas regiones del país. La caña de azúcar es de la provincia del Azuay; la naranjilla y la piña provienen de la Costa; mientras que la hierbaluisa y el cedrón llegan desde Loja. A estos se suman otros insumos que aportan el sabor característico de la tradicional chicha de la familia Pulla.
“Esto no es un trabajo de un solo día. Es un proceso de varios días, en los que realizamos distintas preparaciones para que la chicha salga en su punto. Para nosotros, el ingrediente más importante es la fe que le tenemos al Niño Viajero”, señaló Patricia Pulla a El Mercurio.
Un evento masivo
El Pase del Niño Viajero volverá a congregar a miles de personas. Niños, adultos, creyentes y devotos se reunirán desde las 08h30 del 24 de diciembre, cuando se celebrará la misa en la Catedral de la Inmaculada Concepción. Concluida la eucaristía, los asistentes recorrerán las principales calles del centro histórico de Cuenca para acompañar a la imagen del Niño Viajero. (I)
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