En el callejón del Febres Cordero nació la historia de un grupo de amigos conocidos como Los Codis. Al salir de clases, se reunían en este rincón de la 9 de Octubre para compartir risas, vivencias y anécdotas que marcaron sus vidas. Con el paso de los años, algunos migraron y otros formaron sus propios hogares, pero ninguno olvido sus raíces. Esa amistad, forjada en la juventud, se ha mantenido firme y hoy es el motor que los impulsa a realizar obras sociales durante la temporada de Navidad.
Precisamente en este callejón, rodeado de bazares, comedores y peluquerías, desde hace 12 años efectúan agasajos navideños dirigidos a niños y adultos mayores de escasos recursos económicos. Cada año se organiza un evento que incluye la celebración de una eucaristía, un show artístico y la entrega de fundas de caramelos, juguetes y el pan de pascua.
En medio del agasajo, demuestran sus habilidades en el baile al ritmo de los clásicos del techno y el house de las décadas de los 80 y 90. Disfrutan reviviendo su pasado, cuando muchos participaban en concursos realizados en discotecas que hoy ya no existen, como La Tropicana, El Patio, La Fiesta, entre otras.
Santiago Tepán, de 52 años, conocido como “Bum Bum”, comenta que para recaudar los fondos destinados a este agasajo organizan, a lo largo del año, tres fiestas retro: dos de techno y una de reggaetón de la vieja escuela, eventos que reúnen a miles de personas.
Por su parte, Wilson Tamay, de 51 años, conocido como Tamay, recuerda los distintos agasajos realizados a lo largo de los años, que incluso han llegado a escuelas de la zona rural, llevando fundas de caramelos para alegrar la vida de los niños.
Entre quienes organizan este evento se encuentran hijos de los fundadores de Los Codis y personas más jóvenes que se han sumado con el paso de los años. Wilson Villa, de 29 años, conocido como Rey, destaca la unión de las tres generaciones de Los Codis como una muestra de solidaridad y compromiso social.
En la ciudad existen numerosas organizaciones, colectivos y grupos de amigos que, de manera desinteresada, trabajan para apoyar a los sectores más necesitados. A lo largo del año recolectan diversos insumos y donaciones para atender los requerimientos de las personas más vulnerables.
El grupo Go Cuenca Trainers, integrado por 30 personas que juegan Pokémon Go, realizaron una recolecta de viveros y caramelos para entregarlos a los niños que se encuentran en el orfanato Tadeo Torres. La intención es consolidarse como una comunidad solidaria permanente en apoyo a los sectores más vulnerables.
Juan Pablo Andrade, miembro del grupo, recuerda que el año anterior realizaron una labor similar dirigida a los adultos mayores. Aspiran a continuar con estas acciones en los próximos años para llegar a otros sectores de la ciudad y la provincia.
Para ser solidarios no hay límites. Varias personas se dan el tiempo de organizar y recolectar insumos que luego son entregados a quienes más lo necesitan. En ese contexto, jóvenes dedicados a la barbería impulsaron campañas para reunir caramelos y preparar fundas, con el afán de obsequiarlas en distintos sectores donde habitan personas de escasos recursos.
De la misma manera, barrios organizan campeonatos a lo largo del año con el objetivo de recaudar recursos para destinarlos a los agasajos a sus niños. Esta labor solidaria ha sido impulsada durante muchos años por los dirigentes del barrio Central Telefónica, en Totoracocha, llevando alegría y esperanza, especialmente a los más pequeños.
Aportes en silencio
Entre los cuencanos existen personas que realizan sus donaciones de manera discreta para apoyar a familias de escasos recursos.
Este es el caso de Juan, nombre protegido, quien este año destinó parte de su décimo tercer sueldo a la compra de juguetes que luego regaló a un grupo de niños pequeños que viven cerca de su residencia.
Asegura que este acto solidario lo realiza como una forma de agradecer a Dios por haberlo bendecido con trabajo, salud y el bienestar de todos los integrantes de su familia.
Su propósito es continuar durante toda su vida con la entrega de donativos. Además, de inculcar este valor a sus hijos para que aprendan la importancia de compartir con los demás.
No mide el costo de los regalos, porque lo que hace lo realiza de corazón y sin buscar nada a cambio. Señala que lo único que ofrece es felicidad a quienes más lo necesitan –(I)
- La mayoría de agasajos se realizaron antes del 24 de diciembre, día en que se efectuó el Pase del Niño Viajero.
- Las organizaciones acostumbran a realizar los donativos solidarios en zonas rurales del cantón Cuenca y de la provincia del Azuay.
- Víveres, fundas de caramelos y prendas de vestir se entregaron a personas de escasos recursos por la temporada navideña.
- En las festividades de Navidad, familias enteras de escasos recursos se ubican en las calles pidiendo caridad.
- En las recolectas destaca el compromiso desinteresado de las personas por ayudar a quienes menos tienen.
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