
Cinco esculturas de hasta tres metros de alto que, todas juntas, parecen máquinas de un cementerio de objetos. Figuras cuyas formas dan una serie de interpretaciones. Y materiales que permiten su exposición al aire libre para que el transeúnte pueda interactuar con ellas. Estas son algunas de las características de La obsoleta máquina de meditar, una instalación del escultor peruano Carlos Olivera, quien ha sido escogido para que, desde ya, encienda la XVII Bienal de Cuenca.
Aunque el evento insigne no solo de la ciudad sino del país entero inicia oficialmente el próximo 24 de octubre, la fundación que está a cargo de su organización decidió armar una serie de eventos que funcionarán como preámbulo.
Y precisamente, La obsoleta máquina de meditar de Olivera, que ganó la Medalla de Oro en la Bienal Internacional de Trujillo 2024-2025, será una de las obras encargadas de abrir camino a lo que será la Bienal de Cuenca, cuya concepción lleva como título The Game, una bienal de bienales.
La razón de escoger el trabajo de Carlos Olivera, según el director de la Fundación Bienal, Hernán Pacurucu, está en lo que busca el evento de arte. Obras que se salgan de los espacios tradicionales expositivos y que tengan relación con el concepto de la XVII Bienal de Cuenca: el juego.
Exposición
Para el escultor peruano, su trabajo tiene dos concepciones, según explicó a El Mercurio: “por un lado la búsqueda de poner la materia en circunstancias espaciales y equilibrios metaestáticos, y, por el otro, un grito de arte y amoroso”.
Sin embargo, aunque la visión y el concepto son una parte fundamental de la obra misma, no es menor el trabajo que hay detrás de la creación de las figuras. Su proceso, forjado en taller, fue coordinación caótica y amorosa, en palabras de Olivera, en la que desaparecieron las jerarquías para llegar al producto final. Y, por el otro lado, la construcción de piezas que encajen y que permitan su traslado y montaje, tal y como sucedió para llegar a Cuenca.
Porque detrás de eso también hubo un trabajo gracias al apoyo de varios frentes que permitirán que, desde este martes, los cuencanos puedan deleitarse de la obra de Carlos Olivera en el Parque de la Madre. Este sitio que escogió la Fundación Bienal para exponer La obsoleta máquina de meditar.
La inauguración será este 22 de julio de 2025, a las 11:00. Y, hasta el 2 de febrero de 2026, el público, los transeúntes y los espectadores tendrán la oportunidad de mirar a las máquinas grandes, con sus rostros, con sus formas, con sus características. (I)
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