Diésel en las vías 

Desde hace mucho tiempo las vías que comunican a Cuenca con Cañar, Morona Santiago, Loja, El Oro y Guayas, soportan un intenso y a veces caótico tráfico del transporte pesado.

Transportan áridos, combustibles y, últimamente, hasta metales extraídos en las minas concesionadas en la zona oriental.

Para nadie es desconocido el pésimo estado de las vías interprovinciales, cuyas capas de rodadura, en largos tramos, están en constante deterioro, agravándose con tan pesadas cargas.

Ahora mismo, como consecuencia de las lluvias se produjeron derrumbes de toda magnitud. En muchos casos, los drenajes están colapsados y el agua contribuye a deteriorar más el asfalto, o a levantar o hundir capas enteras del pavimento rígido.

En tales condiciones, los accidentes ocurren a menudo.

Uno de ellos es el sucedido el domingo anterior en la vía Gualaceo-Plan de Milagro-Limón, cerca del sector Ingamullo. 

El conductor de un tanquero, según se informa, por esquivar un derrumbe no pudo evitar el vuelco.

Por las fisuras en uno de los compartimentos, se derramó alrededor de 2000 galones de diésel, de los cuales, unos 1200 fluyeron a la quebrada Papascashca y desde aquí al río San Francisco, afluente del Santa Bárbara.

Unos 8 mil usuarios del sistema de agua potable estaban en riesgo de consumir el líquido contaminado.

La Municipalidad y su Empresa de Agua, la Junta de Riego San Francisco y las Juntas Comunitarias de Agua de algunos sectores sumaron esfuerzos para evitar el ingreso del agua contaminada a las plantas de tratamiento.

Fue necesario activar el COE Cantonal de Gualaceo para evaluar las acciones emprendidas y restablecer el servicio de agua potable.

No hay normativas municipales para regular el transporte de sustancias por la citada vía, y el MTOP, con tal desparpajo, dice que tampoco consta dentro del catastro de la red vial estatal. O sea, ¿está abandonada del todo? Una indolencia sin nombre.

REM

REDACCION EL MERCURIO

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