Quinto Ministro de Salud

Cambiar Ministros de Salud no parecer ser, no es, la solución a los graves problemas existentes en la salud pública.

Debe ser el ministerio donde más cambios ha hecho el presidente Daniel Noboa desde cuando asumió el mando en noviembre de 2023. Va el quinto.

Acaba de nombrar a Jimmy Martín, un médico cuyo currículum es digno de ponerlo en un pedestal.

Su predecesor, Bernardo Sánchez, apenas duró en el cargo 37 días. Ni siquiera le valdrá como insumo para su hoja de vida.

Si con nombramientos continuos mejorara, cuando menos un octavo, la salud pública, de alguna manera sería aceptable.

Pero no. U ocurre lo contrario o se camina en el mismo terreno.

En los hospitales públicos, ni se diga en los Centros y Subcentros de Salud, con mayor razón en los ubicados en lugares lejanos, hace falta desde galenos, pasando por enfermeras, camas, equipos médicos, y, lo peor, de medicamentos.

Es uno de los servicios públicos más preteridos, si bien la Constitución establece la prioridad, el aumento anual de su presupuesto, y todo cuanto pueda entregarse para brindar una atención de calidad, oportuna, eficiente, en especial a los sectores más empobrecidos. Hablamos de la mayoría de ecuatorianos.

Y como si lo narrado fuera poco, en el área de la salud también cunde la corrupción, sobre todo en la compra de medicamentos, de equipos.

O, como siempre se ha mencionado, si hay medicamentos no se los receta; se les esconde a propósito, en tanto la burocracia también hace lo suyo, no se diga el centralismo, en algunos casos replicados en varias capitales de provincia. 

Si en el ámbito de la salud, lo fundamental es la prevención, en tales condiciones ¿cómo se la puede llevar a efecto? Imposible.

Si no hay presupuesto, si no hay voluntad política para acabar con mafias y tantos vicios, de nada valdrá el currículum del nuevo ministro, como tampoco su buena voluntad y predisposición. Así de simple.

REM

REDACCION EL MERCURIO

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