Cambios puntuales  

Los cambios y reciclajes en el gabinete presidencial, consecuencia de los resultados electorales, barnizan en algo la gestión del gobierno.

Muchos pensaban en un cambio radical para darle un giro de timón a la administración. 

El Presidente Noboa, cuyo silencio es parte de su política comunicacional cuando los asuntos son de fondo y merecen dar la cara, ha nombrado dos nuevos ministros: de Gobierno y de Educación.

Sobre el primero, su perfil parece no encajar en el rol político que debe jugar, con mayor razón en estos momentos de turbulencia, producto de la derrota, aunque pasajera, pero derrota al fin.

Hay un nuevo rostro para la Secretaría de Riesgos; habrá otro para la vocería oficial; otros podrían ocurrir en los próximos días.

El encargo del ministerio de Salud a la vicepresidenta Pinto es sintomático, señal de la carencia de verdaderos cuadros en la tienda política del gobernante, del poco tino para encontrarlos en otro lado, o de “mala suerte”.

Y esto es gravísimo. Así lo debe entender el presidente y su círculo. La atención en salud, tanto en hospitales del MSP como en los del IESS, ha ido de mal en peor, en especial en lo relacionado a la falta de medicamentos, sin contar con los otros.

Los ministros salientes no han sido capaces de solucionarlos ni siquiera de manera parcial, ensayando, más bien, quejas y justificativos, creíbles unos, no así los mas.

¿Pinto podrá lidiar con semejantes problemas cuyas soluciones “son para ayer” y requieren de presupuesto?

Aquella misma crítica vale para quienes han dirigido el IESS. Cuando menos, Noboa le ha hecho a un lado al presidente del Consejo Directivo del Instituto. Su designación nunca pudo avalarse desde lo legal, ni desde lo ético por el conflicto de intereses.

Una nueva gestión de los designados, no pasa por sus nombres ni currículos, sino por las políticas públicas a ejecutarse, y estas son la gran incógnita.

REM

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REDACCION EL MERCURIO
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