Buques de guerra estadounidense se apostan en el Caribe como parte de una operación antidrogas que Venezuela dice que busca la caída de Nicolás Maduro. ¿Y cómo queda el petróleo?
Estados Unidos desplegó en agosto siete embarcaciones militares en el Caribe y una en el golfo de México como parte de estas maniobras que llevaron hasta ahora al bombardeo de 10 presuntas narcolanchas con un saldo de 43 muertos.
El mayor portaaviones del mundo se unirá a estas operaciones contra el tráfico de drogas, dirigidas por Washington específicamente contra Venezuela y Maduro, a quien acusa de liderar un cartel.
El líder venezolano considera el operativo como un pretexto para derrocarlo y «robar» el petróleo y otras riquezas naturales.
Venezuela posee las mayores reservas petroleras del mundo. Enfrenta las dificultades del embargo que Donald Trump impuso en 2019, durante su primer gobierno, aunque encontró sortearlo a través de triangulaciones en el mercado negro con descuentos.
La emisión de algunas exenciones desde Washington para que petroleras puedan operar en Venezuela también ayuda al negocio.
-«El negocio continúa»-
No paran los buques de la estadounidense Chevron, a la que el gobierno estadounidense le ha dado permiso para operar en Venezuela.
Tampoco los ‘shadow tankers’ o barcos fantasmas, que «circulan sin problemas, como antes del despliegue militar«, dijo a la AFP una fuente del sector. «Los estadounidenses no pueden evitar verlos, los dejan circular… El negocio continúa».
No solo navegan estos barcos «en la sombra», también «buques sancionados incluso siguen entrando y saliendo», señaló Elías Ferrer, director de la firma de análisis Orinoco Research.
Una fuente diplomática explicó que si Washington bloqueara esos barcos se estaría «metiendo con otros países».
La producción de petróleo de Venezuela superó el millón de barriles diarios, según datos de la OPEP.
Son unos 100.000 más que a finales de 2024. La vicepresidenta y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, celebró incluso por estos días el crecimiento de 16 % de la actividad petrolera este año.
Y ese petróleo «se vende principalmente a China», indicó Ferrer.
-Más petróleo, menos ingresos-
Más producción no se traduce necesariamente en más ingresos, ya que Caracas tiene que vender con descuentos para sortear el embargo de Trump.
¿Cuánto es la rebaja? Entre 10 y 20 %, indicó Tamara Herrera, de la firma Síntesis Financiera.
Todo depende de la situación mundial. Entre 10 y 15 % «cuando las cosas están fluidas o no geopolíticamente agitadas», precisó. «Si no, estamos ya hablando de 20%».
Venezuela tuvo dificultades para encontrar clientes al inicio del embargo, pero ahora «va rápido» y «está curtido en el proceso», añadió Herrera.
«Los países sancionados empiezan a desarrollar esta habilidad de moverse con descuentos y costos muy turbios», añadió. «Ya hay un mercado muy rápido que espera y conoce al crudo venezolano«.
-Futuro-
El despliegue estadounidense ha llevado a la elaboración de diversos escenarios: desde una invasión terrestre para derrocar a Maduro hasta una retirada negociada sin grandes consecuencias para él.
«Hay que volver a lo que quiere Trump», señaló la fuente diplomática que conoce de cerca la relación Washington-Caracas.
«Si nos fijamos en sus declaraciones, dice: ‘quiero repatriar migrantes a Venezuela, quiero garantizar el suministro de petróleo y quiero expulsar a los chinos de la región’... No necesita obligatoriamente que Maduro se vaya, aunque probablemente le gustaría», agregó.
Ferrer, en tanto, considera que Estados Unidos puede seguir concediendo a petroleras exenciones de las sanciones pese a la presión que ejerce sobre Maduro.
«Es completamente factible«, dijo. «Es incluso posible que haga eso mientras sigan la armada en el Caribe, mientras siguen las sanciones a otros sectores».
¿Por cuánto tiempo más esta situación? Puede ser «ad infinitum», respondió Herrera. AFP











