
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó ayer que la supuesta trama de su excanciller Álvaro Leyva para sacarlo del poder es «un acto de venganza bárbaro y canalla» y reconoció que lo nombró «sin ningún cálculo político» porque creía que tenía «una genuina vocación de paz».
«Durante meses he sido víctima de la injuria del señor Leyva, y quise simplemente responder a lo que consideraba un acto de venganza bárbaro, canalla, de alguien que simplemente había ayudado de corazón», escribió Petro en una extensa publicación en X.
El mandatario respondió así a un artículo publicado este domingo por el diario El País, que reveló que Leyva, quien fue su primer canciller y lo ha acusado reiteradamente de tener problemas de adicción a las drogas, buscó apoyo en círculos republicanos de Estados Unidos para sacarlo del poder.
Leyva, de 82 años, es un político conservador conocido porque a lo largo de al menos tres décadas ejerció como mediador en varios procesos de paz de diferentes gobiernos con la antigua guerrilla de las FARC y, con la llegada de Petro a la Presidencia, en agosto de 2022, fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores.
«Le di el puesto de canciller a Leyva porque pensé sin ningún cálculo político que se lo merecía al final de su vida», admitió Petro, quien agregó: «Pensé engañado que tenía una genuina vocación de paz (…) Hoy conociéndolo personalmente, creo que también buscaba otras cosas con la paz, menos santas».
Ambiciones políticas
Entre las razones detrás de la supuesta venganza de Leyva, Petro mencionó su suspensión como canciller por parte de la Procuraduría (Ministerio Público) a comienzos del año pasado debido a problemas con un contrato del Ministerio de Relaciones Exteriores para la emisión de pasaportes.
«Estoy convencido de que el proceso de licitación de los pasaportes en la Cancillería estaba impregnado de corrupción desde sus inicios», afirmó el mandatario.
A la salida de Leyva del Gobierno le siguió la publicación de varias cartas públicas del excanciller, donde habla de la supuesta adicción de Petro a las drogas, revelaciones que, según El País, el veterano político consideraba el primer paso para sacarlo de la Presidencia.
Petro también manifestó que le «disgustaba» que en sus giras internacionales «siempre» estuviera presente Jorge Leyva, hijo del entonces canciller, a quien el mandatario no quiso darle un puesto en la Cancillería o en embajadas, «como si la democracia fuera hereditaria», dijo.
«Su hijo no tenía por qué seguirnos en nuestras giras, no estaba bien, parecía un ‘lobbista’ de negocios aprovechando el cargo público de su padre», agregó Petro.
Una fuente estadounidense dijo a El País que Leyva «contaba con evidencias de que Petro no podía seguir ejerciendo el cargo y que en caso de que esto saliera adelante, el presidente no tendría capacidad de respuesta», por lo que «la ayuda de los americanos era muy importante».