
Cerca de 1.600 turistas, entre ellos decenas de extranjeros, fueron evacuados el martes 16 septiembre de 2025 del área de Machu Picchu, en el sureste de Perú, tras quedar varados por una protesta de pobladores que derivó en choques con la policía.
A la ciudad prehispánica inca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1983, los visitantes –unos 4.500 diarios- llegan por medio de un tren y además deben tomar un autobús que conduce a la famosa ciudadela.
Los lugareños protestan desde el lunes para exigir la salida de la empresa de autobuses, tras el fin de su concesión de 30 años.
El martes, las autoridades lograron trasladar fuera de la zona arqueológica a la mayoría de los visitantes que habían quedados atrapados, según fuentes oficiales y de la Defensoría del Pueblo.
En la madrugada evacuaron a 1.400 turistas hacia la ciudad de Cusco, distante a unos 110 kilómetros del sitio arqueológico, informó la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Desilú León, a la radio RPP. Por la noche evacuaron a 156 más.
El servicio de ferrocarril está interrumpido desde el lunes a causa de los bloqueos por parte de los lugareños que exigen que la empresa que presta el servicio de autobuses hasta Machu Picchu sea reemplazada por una que pertenece a una de las comunidades locales.
Sin embargo, la policía debió interrumpir la evacuación por nuevos bloqueos que desencadenaron en choques con los manifestantes.
Catorce efectivos sufrieron lesiones tras ser agredidos con «objetos contundentes», dijo la institución en un comunicado.
– Tregua y más evacuaciones –
Los pobladores declararon una «tregua» hasta la mañana del miércoles, dijo a la AFP Óscar Luque, representante de la Defensoría del Pueblo.
Entre los evacuados figuran ciudadanos franceses, japoneses, estadounidenses, polacos, chilenos, brasileños, alemanes, mexicanos y portugueses.
Durante la jornada, algunos visitantes emprendieron una caminata de hasta tres horas hasta el distrito de Santa Teresa en Cusco, con lo que se cree que la mayoría de visitantes abandonó el sitio sin ingresar a Machu Picchu.
«La alternativa que nos dan (…) es que caminemos dos, tres horas para luego ahí contactar algún bus o algún transporte (…) En mi caso no puedo porque mi señora está embarazada», se quejó el chileno Miguel Salas.
«Hay más (turistas) pero se quedaron por libre decisión (…) Quizás estén pensando salir mañana», comentó el representante de la Defensoría del Pueblo.
El Frente de Defensa de los Intereses de Machu Picchu, que reúne a diversos sectores, había anunciado el domingo una huelga indefinida en rechazo a la empresa de transporte Consettur Machupicchu, que continuó operando pese a que su licencia expiró el 4 de septiembre.
Tras el anuncio, los pobladores salieron a la vía férrea con rocas y troncos, de acuerdo con la policía, que no ha reportado detenidos.
El gobierno espera reunirse con los organizadores de la protesta, en busca una «solución a las protestas», según informó más temprano la ministra de Comercio Exterior y Turismo. AFP