
La Coalición por la Movilidad Segura en Ecuador planteó una serie de reformas al código penal con el objetivo de reducir las cifras de siniestralidad vial, entre ellas el endurecimiento de penas en casos como el exceso de velocidad o la conducción bajo los efectos del alcohol.
La propuesta legislativa, que fue presentada a la Asamblea Nacional de Ecuador, plantea modificar los artículos del COIP que regulan la conducción en estado de embriaguez, contravenciones de tránsito de primera clase y el relativo a las contravenciones de tercera clase.
Entre las propuestas se encuentra la reducción del umbral de alcohol en sangre a 0,3 gramos por litro (gr/l) para conductores particulares, y a 0,5 gramos por litro para la pena máxima en lugar de los 0,8 gramos por litro establecidos actualmente, según detalló en un comunicado la Coalición, formada por los colectivos Carishina en Bici, Tandem y la Asociación de Peatones de Quito.
Asimismo, apunta a incrementar las multas, que pueden alcanzar hasta seis salarios básicos (2.820 dólares en 2025), y se pierden 15 puntos en la licencia de conducir.
En cuanto a las contravenciones, se propone sustituir la pena de cárcel por tratamientos psicológicos, cursos de capacitación y trabajo comunitario, así como la incorporación de la figura de reincidencia, inexistente en la legislación vigente.
Estadísticas en Ecuador
De acuerdo con datos de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), a excepción del año 2020, cuando la pandemia redujo la siniestralidad, entre 2019 y 2023 se registraron más de 20.000 siniestros de tránsito anuales, la tasa de mortalidad vial más alta de Sudamérica, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, según la investigación ‘Vías urbanas más seguras: una propuesta desde la sociedad civil’, el 45 % de los siniestros son resultado de factores asociados con la velocidad y el 7 % de la conducción en estado de embriaguez.
Para Gladys Meléndez, técnica de Proyectos de Tandem, la alta mortalidad en los siniestros viales de Ecuador está directamente relacionada con el exceso de velocidad.
«La velocidad es el factor de riesgo más mortal, y sorprende que la legislación permita rangos moderados tan amplios en cuanto al límite máximo», dijo Meléndez.
«Esto significa que los conductores que exceden la velocidad dentro de un rango específico reciben sanciones menores, lo cual incentiva comportamientos peligrosos, ya que estos rangos permiten un aumento de hasta 35 kilómetros por hora en la velocidad», agregó. (EFE)-(I)