El cineasta ecuatoriano Paúl Venegas tiene claro que migrar es dar un salto al vacío. Él mismo ha sido migrante. Entre 1995 y el 2000 vivió en Pekín, China. Ahí nació una relación que él califica de “amor-odio”, con el país asiático. “Es una cultura milenaria, sabia, pero compleja. Y, de alguna manera, yo quería …


