Ser ya Matusalén me otorgan gentilezas, una de ellas, no tener obligación de sufragar, sin embargo, el gusanillo patriotero que mora en mis entrañas, me encaminó a las urnas. Sabía exactamente donde ejercer mi voto, no tanto porque averigüé la junta, sino más bien por no haber cambiado nunca el lugar de sufragio desde que …










