Los pueblos también resucitan. No necesitan estar muertos, tal como se concibe a la muerte, para despertar, para despegar, para mirar desde horizontes diferentes el camino a seguir, a seguir sin ataduras, sin miedos ni amenazas. Literalmente, la opresión, el sojuzgamiento, la aniquilación de las libertades, las leyes dictadas pero no cumplidas o cumplidas a …










