Un Niñito para pedir; un Niñito para adorar; un Niñito para agradecer; un niñito para llorar. Los cuencanos, desde antaño, tienen la costumbre de proteger y cuidar la imagen del Niño Jesús en sus hogares. Sea cual fueren las razones, el Niño no falta, y más aún en estas fechas decembrinas, cuando los católicos …











