“Me escopolaminaron, me golpearon, me siento mal, tengo la cabeza abierta”. Con estas palabras, un joven visiblemente afectado pidió auxilio usando un botón de pánico ubicado en San Pedro de El Cebollar, al noroeste de Cuenca. Este es solo uno de los muchos casos que demuestran la efectividad del sistema de botones de pánico monitoreado …











