Más que una fiesta religiosa, el Pase del Niño Viajero, para los católicos cuencanos, es una expresión de su fe, que se refleja con ofrendas como el pan y la chicha de jora (bebida fermentada elaborada con maíz), que se prepara y ofrece a los devotos desde hace décadas. Patricia Pulla Álvarez y Carmela Llivipuma …










