Resulta casi utópico que un gobierno –del tinte sea: amarillo, rojo o morado– pueda empuñar un bisturí capaz de extirpar todos los tumores malignos enquistados en las instituciones y más allá de ellas. Sin embargo, quien ascendió al poder no por principios, valores, ideología o visión de estadista, sino por la urgencia de evitar el …










