Memoria de una revuelta olvidada Sí. Nosotros también tuvimos nuestro bautismo de sangre. El escenario era insostenible: los deslaves en las montañas durante aquel duro invierno de 1925, habían cortado las vías de comunicación mientras los torrenciales aguaceros anegaban los salinares del litoral. La sal, insumo esencial para preservar los alimentos en los largos periodos …







