Una profunda impotencia y desolación causa mirar imágenes difundidas en las redes sociales, en las que se observa a niños y niñas ecuatorianos –algunos con su madre, otros solos– trabajando como ambulantes en calles, avenidas, en las instalaciones del metro, en parques y plazas de Nueva York. Las cosas han cambiado el clima social, adverso …











