
En Ecuador, muchas personas se trasladan a diario sin necesidad de un automóvil particular. En ciudades como Quito o Cuenca, caminar, pedalear o utilizar el transporte público son opciones prácticas que ayudan a movilizarse de manera eficiente frente al tráfico. Estudios recientes en movilidad, como el Anuario de Estadísticas de Transporte del INEC (2024), revelan que más de la mitad de la población activa en zonas urbanas elige formas de transporte distintas al vehículo privado, y en algunas provincias esta cifra supera el 65 %.
Sin embargo, en los últimos años, se ha dado un aumento sostenido del parque automotor. Según el mismo informe del INEC (2024), en el último año se sumaron más de 185000 vehículos a las vías del país, lo que ha intensificado los problemas de congestión en ciudades como Guayaquil, donde se estima que cada persona convive con más de un vehículo por cada tres habitantes. Por su parte, Quito ha escalado posiciones entre las ciudades sudamericanas con mayor pérdida de tiempo en tráfico: más de 70 horas al año por persona, según datos recopilados por observatorios internacionales de movilidad.
Este contexto plantea un desafío urgente: ¿cómo hacer que moverse sin auto no sea una desventaja sino una oportunidad para vivir mejor? A propósito del Día Mundial sin Automóvil, desde Seguros Alianza se proponen cuatro rutas para lograr una movilidad urbana más segura, práctica y humana.
1. Volver a confiar en los propios pasos
Caminar sigue siendo la forma más común y accesible de desplazarse en el país, especialmente en ciudades intermedias y sectores populares. Pero la infraestructura no siempre acompaña: aceras deterioradas, cruces inseguros y señalización escasa aumentan el riesgo, sobre todo para adultos mayores y niños. La recomendación es doble: por parte de las autoridades, invertir en zonas caminables, seguras e inclusivas; por parte de los peatones, mantenerse atentos al entorno, evitar distracciones como el uso del celular y optar por ropa visible si se circula de noche.
2. Pedalear con propósito y protección
La bicicleta dejó de ser una herramienta recreativa. Hoy representa para miles de personas una alternativa económica y saludable frente al auto. “La bicicleta no solo es una opción sostenible, sino también una herramienta clave para cuidar la salud y el bolsillo de los ecuatorianos”, señala María Augusta Lucio, Gerente de Desarrollo de Negocios de la aseguradora. Solo en Quito, el uso de la bicicleta se multiplicó por seis durante la pandemia, y aunque el ritmo ha bajado, el hábito se mantiene. Sin embargo, los accidentes también han aumentado. Usar casco, luces y mantener contacto visual con los conductores puede marcar la diferencia. Además, conocer las rutas con ciclovía —que ya superan los 60 kilómetros en algunas ciudades— ayuda a reducir la exposición al riesgo. Así mismo, los conductores de vehículos deben tener claro que la norma señala que debe existir una distancia mínima de al menos 1,5 metros entre el auto y el ciclista para evitar accidentes.
3. Subirse al bus con información
El transporte público continúa siendo el medio más utilizado en el país y representa una opción clave para la movilidad diaria. Para fortalecer la experiencia de los usuarios, resulta valioso contar con información clara sobre frecuencias, rutas y tiempos estimados. La incorporación de sistemas integrados y herramientas tecnológicas accesibles puede hacer que los recorridos sean más cómodos y eficientes, mientras que una buena planificación previa por parte del usuario, como revisar rutas, permite aprovechar mejor el servicio.
4. Micromovilidad: nueva tendencia, nuevos retos
Scooters eléctricos, bicicletas compartidas o patinetas son parte del paisaje urbano en sectores específicos. Aunque representan una opción interesante para recorridos cortos, también requieren normas claras. Estacionarlas en lugares adecuados, usarlas con elementos de protección como un casco y respetar a los peatones es clave para que estas nuevas formas de transporte se integren sin fricción al ecosistema urbano.
Una movilidad más consciente es también más protegida
Para quienes deciden moverse sin auto, la prevención cobra un nuevo significado. “Movernos sin vehículo no nos hace menos vulnerables, por eso creemos que una movilidad responsable también debe incluir respaldo ante cualquier eventualidad”, señala Lucio. Desde Seguros Alianza se impulsa una cultura de protección que no solo piensa en automóviles, sino también en quienes caminan, pedalean o usan transporte público.
Porque elegir cómo nos movemos no debería significar renunciar a la seguridad. Al contrario: una ciudad moderna es aquella donde todas las formas de desplazamiento pueden coexistir con equidad, planificación y respaldo.