Cada 12 de noviembre se celebra el Día Mundial de la neumonía, enfermedad que causa 2,5 millones de muertes al año en todo el mundo y sigue siendo la principal causa de mortalidad infantil. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo en 2019 se produjo la muerte de 740.180 menores de 5 años 2 y en Ecuador, según cifras del Ministerio de Salud Pública (MSP), hasta la semana epidemiológica 43 del año 2025, se reportaron 117.171 casos a nivel nacional.
Esta infección respiratoria aguda causada por virus o bacterias afecta principalmente a la población en los extremos de la vida: niños menores de 5 años de edad y adultos mayores de 60 años, aunque puede presentarse a cualquier edad. Los niños que viven en zonas con bajas tasas de vacunación y desnutrición, y en hogares que utilizan combustibles contaminantes para cocinar y calentarse, son particularmente vulnerables. Los adultos mayores expuestos a la contaminación atmosférica exterior, principalmente por la quema de combustibles fósiles, y al tabaquismo también corren riesgo. Una de cada tres de los aproximadamente 1,6 millones de muertes por neumonía en adultos mayores de 55 años se atribuye a la contaminación atmosférica y al tabaquismo.
La mayoría de las personas que contraen neumonía pueden experimentar tos, cansancio, fiebre o escalofríos, dolor en el pecho al toser y dificultad para respirar. Sin embargo, si la infección es más grave, también pueden experimentar náuseas y vómitos, confusión o fiebre. 6
Para entender cómo actúa esta enfermedad debemos saber que los pulmones están formados por pequeños sacos llamados alvéolos, que se llenan de aire cuando una persona sana respira. Cuando una persona tiene neumonía, los alvéolos se llenan de pus y líquido, lo que dificulta la respiración y limita la absorción de oxígeno. Estas infecciones generalmente se propagan por contacto directo con personas infectadas, por eso es importante su prevención.
Entre los diversos agentes infecciosos (virus y bacterias) que pueden causarla tenemos: Streptococcus pneumoniae (neumococo) es la causa más común de neumonía bacteriana en niños; Haemophilus influenzae tipo b (Hib), segunda causa de origen bacteriano; el virus sincitial respiratorio (VRS) es la principal causa de neumonía vírica, y el Pneumocystis jiroveci, que está muy relacionado con neumonía en menores de seis meses con infección por VIH, originando al menos una de cada cuatro muertes por neumonía en lactantes seropositivos a VIH, indica la OMS.
La neumonía es una enfermedad que a menudo se puede prevenir. Existen medidas simples que ayudan a reducir el riesgo de enfermarse, como lo son la buena higiene (lavado de manos, cubrirse al toser), evitar el humo del tabaco y de combustibles, mantener una alimentación adecuada, controlar enfermedades crónicas y ventilar bien los espacios. Otro método de prevención es la inmunización. En Ecuador, la vacunación contra el neumococo forma parte del Esquema Nacional de Vacunación y se aplica gratuitamente en los centros del Ministerio de Salud Pública. Se administra a niños y niñas en tres dosis: a los 2, 4 y 6 meses de edad, protegiéndolos contra neumonías, meningitis y otitis causadas por el neumococo. En adultos, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomiendan este método de prevención para las personas de 50 años o más para reducir el riesgo de formas graves de enfermedad.
En este Día Mundial de la Neumonía, la prioridad es clara: trabajar en prevención para poder proteger vidas.
La neumonía y las afecciones que genera se pueden reducir cuando se actúa con anticipación. Priorizar la inmunización según los esquemas recomendados en cada país, mantener una buena higiene, garantizar una alimentación adecuada y evitar la exposición al humo del tabaco y de combustibles son medidas esenciales. La prevención es nuestra mejor defensa para cuidar la salud respiratoria y disminuir la mortalidad asociada a esta enfermedad.











