Aborto y Asamblea

Francisco Chérrez Tamayo

 Con todo respeto a las corrientes en pro y en contra del aborto; y sobre todo, ante el hecho inminente de que los asambleístas no logran ponerse de acuerdo sobre la temporalidad  del mismo, llegando a consensos,  que el embarazo por violación puede ser detenido  entre las 20 y las 28 semanas (¡estamos hablando de un ser humano, con  5 a 7 meses de vida!); me permito recordar algunos datos médicos: luego de la concepción, y de la formación del huevo o cigoto, que se da en las primeras 24 a 48 horas, viene el período embrionario, o de órgano génesis, hasta la octava semana; pasadas las 10 semanas se llama período fetal, durante el cual las estructuras orgánicas crecen, se organizan y se desarrollan hasta el nacimiento; es decir estamos hablando de un ser vivo totalmente formado a partir del tercer mes.  Existe el aborto terapéutico, este se realiza frente a una enfermedad que pone en riesgo la vida del feto, de la madre o de ambos. El informe que deben entregar al pleno del legislativo, sobre la temporalidad del aborto por violación, para su debate final, pone en jaque a los legisladores. Da repugnancia e impotencia, escuchar las ponencias y el debate entre ciertos asambleístas, que literalmente no saben en qué día, ni a qué hora se encuentran; es fácil colegir su falta de preparación científica, ética y moral. Salvo honrosas excepciones, es una lástima y una vergüenza para el país, estar representados por esta riada de incapaces, y lo peor de todo, someternos a sus decisiones. El tema es muy delicado, verdaderamente debería ser encomendado a personas expertas en la materia, preparadas científica, moral y socialmente. No puede estar en manos de los legisladores, el decidir en qué tiempo se debe cometer el crimen de asesinar a un ser humano, para satisfacer su torpeza, su ignorancia y su insensibilidad; en contra la solidaridad y la aflicción de la mayoría de ecuatorianos. ¡Desgraciadamente esa es nuestra democracia, y por culpa de ella, nuestro país va de tumbo en tumbo a la ruina! (O)