Trucutús

Ana Abad R.

Mientras salíamos con rosas, con nuestros pañuelos y colores, con cánticos y dispuestas a alzar nuestras voces para exigir –en medio de un ambiente de celebración y encuentro– se cumplan nuestros derechos, justicia para las víctimas de violencia y de femicidios –118 en el 2020 y 197 en el 2021–, cese a la persecución de las defensoras de los derechos de la naturaleza, un inmenso carro antimotines “se estacionó” en pleno puente “Vivas nos queremos” como una peligrosa, provocadora y grotesca muestra de la prepotencia del poder y de la posición del Gobierno frente a la Ley del Aborto por violación, días previos a que el presidente Lasso informe a la Nación si la veta o no. Petra Kelly nos recuerda que “hay una relación clara y profunda entre militarismo, degradación ambiental y sexismo. Cualquier compromiso con la justicia social y la no violencia que no señale las estructuras de dominación masculina sobre la mujer será incompleto”. El uso de la fuerza contra las mujeres este 8 de marzo ¡no se justifica! ¿Quién dio la orden? El Gobernador del Azuay señala que él no fue. ¡Si esto es muy preocupante, lo es también verificar la obvia intención de represión del Gobierno frente a los anuncios de que la protesta social en contra de las políticas neoliberales de Lasso pronto se tomará las calles de! país. (O)