El profesor Álvaro Almeida se ha convertido como padre para 12 chicos de la Academia Deportivo Cuenca que residen en el Complejo Deportivo Cuenca Juniors, en Patamarca, desde que empezó la cuarentena. “Como en todo hogar, tenemos un horario para levantarnos (08:00), cada quien tiene una responsabilidad y hasta nos toca meter mano en la cocina”.
Aunque tienen a su disposición dos canchas de fútbol, prefieren no salir y hacer trabajos físicos en el gimnasio para evitar cualquier posibilidad de contagio o de lesiones debido al césped alto. Y para que la convivencia sea más amena hacen reuniones para alimentar el espíritu y sobrellevar con más tranquilidad el confinamiento.
Almeida, tiene 42 años. Después de su divorcio “nos volcamos a los caminos del Señor para encontrar la paz que necesitamos en estos tiempos… En las tardes o en las noches les comparto la palabra, cantamos, escuchamos temas espirituales y así se ha logrado que tengan otra visión de la vida”.
Almeida nació en Guayaquil, pero radica durante años en Cuenca. Cuando recién llegó a la ciudad empezó a ganarse el sustento diario siendo animador de eventos infantiles. También era voluntario en grupos cristianos. En uno de ellos, denominado Conquistadores, colaboró en la elaboración de comida y venta de viandas, naciendo su afición por el arte culinario.
En el Complejo pone en práctica los conocimientos adquiridos, aunque reconoce que entre todos buscan y perfeccionan recetas incluso para romper la rutina. Con ayuda de padres y amigos los alimentos le llegan a domicilio. (BST)-(D)
DETALLE
10 dólares, es el valor que cobra por mes, en caso que los padres quieran que sus hijos reciban entrenamiento online