Aborto, cannabis y educación sexual en debate

El embarazo por subrogación, o vientre de alquiler, también se norma en el nuevo cuerpo legal. EFE

El Código Orgánico de la Salud, aprobado por la Asamblea Nacional esta semana, se mantiene en el debate por 3 temas: aborto, uso medicinal del Cannabis y educación sexual.

La Iglesia Católica ha solicitado al Ejecutivo que vete el Código, por considerar que va contra sus valores.

La Conferencia Episcopal Ecuatoriana emitió un comunicado en el que sostiene que el Código “contradice o desconoce la cultura, costumbres y principios de nuestro pueblo”, pero médicos y activistas no están de acuerdo.

El exdecano de la Facultad de Medicina, Bernardo Vega, afirma que el código recoge derechos de los pacientes que son inviolables.

Su colega, la también médico Virginia Gómez, sostiene que pedir un veto a temas como la atención de emergencias obstétricas y la eliminación de las ‘clínicas de deshomosexualización’ es un error.

Aborto

El exarzobispo de Cuenca y miembro de la Conferencia Episcopal, Luis Cabrera, indica que el COS “atenta” al derecho a la vida desde la concepción, de los padres a educar a sus hijos, la objeción de conciencia de los médicos y la identidad sexual.

Sostiene sus aseveraciones en los artículos 201, 22, 115, 195, 400, 196, 193 y 208 del texto aprobado por la Asamblea Nacional.

El artículo 201 hace referencia a la obligación del médico a tratar a las pacientes con emergencias obstétricas, aún cuando sean por un aborto.

Cabrera aceptó, en rueda de prensa emitida ayer por la Conferencia Episcopal, que si una mujer llega a un hospital con una emergencia, por cualquier causa, debe ser atendida “para salvar su vida”, pero teme que esto incentive el aborto.

Sobre el tema, Bernardo Vega afirma que no hay forma técnica en la que un doctor pueda saber si un aborto es accidental o provocado, a menos que la mujer así lo exprese, y de ser ese el caso, “no es una excusa para dejarla morir”.

Vega explica que el 30 % de emergencias obstétricas en el país obedecen a abortos, que pueden ser espontáneos o provocados, por lo que dicha normativa es necesaria.

Educación Sexual

Los artículos 22 y 115 garantizan la educación sexual de los adolescentes, algo que según Virginia Gómez, es indispensable.

“Con un adolescente informado sobre su salud sexual evitamos el incesto, abuso sexual, embarazos precoces y la violencia intrafamiliar” sostiene.

El artículo 195 garantiza el acceso de las personas a métodos anticonceptivos y el 400 sanciona al médico que impida su uso.

Esto, según la Iglesia, va en contra de la objeción de conciencia de los médicos, es decir, la facultad del doctor de no brindar este tipo de fármacos por sus convicciones.

Vega indica que “claramente el derecho a la objeción de conciencia es inviolable, pero este termina cuando afecta a otras personas”.

Pone de ejemplo un médico que no crea en el tratamiento del cáncer y basado en sus convicciones deje que su paciente muera.

Pese a esto, Cabrera defiende la objeción de conciencia de los médicos e informó que desde la Iglesia se darán pautas para que “los médicos católicos” puedan ejercer este derecho en temas de aborto y educación sexual.

Identidad Sexual

El artículo 193 prohíbe a un médico la “asignación de sexo” en casos de “indeterminación sexual”.

El asambleísta Sebastián Palacios aclara que este punto se refiere a las personas intersexuales, esto es a quienes nacen con los dos órganos reproductivos.

Explica que, si un médico determina eliminar uno de los dos órganos reproductores y en la pubertad la persona desarrolla un sexo contrario al predicho por los médicos, las consecuencias clínicas y psicológicas “pueden ser graves”.

Grupos ‘pro vida’ afirman que este artículo puede ser interpretado como la facultad de un médico de practicar un cambio de sexo a un niño transexual, pero Palacios indica que es todo lo contrario.

El artículo 208, en tanto, prohíbe los servicios de cambio de orientación sexual o identidad de género, lo que para la Iglesia implica “impedir la recuperación sexual”.

Virginia Gómez recuerda que la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, por lo que “deshomosexualizar a una persona no es un tratamiento aceptado”.

“Estas clínicas han sido clausuradas por la autoridad competente puesto que muchas veces incluyen prácticas que van contra la integridad física, sexual y psicológica de las personas” explica

El presidente Lenin Moreno tiene 30 días para decidir si veta parcial o totalmente el Código Orgánico de la Salud. (JMM) (I)