Varios graduados proyectan ponerse su propia cabina estética
Con la esperanza de conseguir un crédito para ponerse su propio negocio, así se graduó Juan Carlos Pañi, de 38 años de edad, como “Auxiliar en Cosmetología Facial y Corporal”.
Es un programa organizado por el Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional (SECAP), que firmó una alianza estratégica con el Centro de Capacitación Cosmetológica y Cosmiatría del Austro (CCCCA).
La investidura no fue online, sino presencial en el auditorio del SECAP, el viernes 18 de septiembre a las 16:00; los asistentes ocuparon sillas separadas con gruesas cintas para mantener la distancia.
En total 34 personas recibieron el birrete tras obtener el certificado de aprobación del curso, estructurado en cinco módulos, con una duración total de 250 horas.
La aspiración de Pañi es ponerse una cabina estética, para aplicar todo lo aprendido (faciales, limpiezas, masajes, etcétera), para eso durante su preparación él fue comprando algunas cosas como camilla e indumentaria.
Es padre soltero, vive con su hijo de nueve años de edad, aparte es profesor de música, antes trabajaba con una orquesta, pero hoy lo hace como solista. Se idea formas para progresar, en esta pandemia dio clases musicales mediante el zoom, ahora ya lo hace de forma presencial, pero individualmente, por seguridad.
Alianzas estratégicas como mecanismo para aportar a la formación en asuntos laborales
Franklin Rodas, director ejecutivo del SECAP, destacó la importancia de las alianzas estratégicas con organizaciones, como CCCCA, que tienen como misión crear o potenciar las competencias laborales de las personas.
Para Lida Ochoa, de 40 años, esposa y madre de familia, quien trabaja como asistente en un laboratorio odontológico, valió la pena la inversión que hizo en este curso (75 dólares cada módulo) porque podrá implementarse su propio negocio.
Recuerda que empezaron clases en febrero de este año, pero la pandemia las suspendió, luego retomaron clases virtuales y para culminar hicieron dos horas de práctica a la semana.
Ahora ella es capaz –dice- de hacer limpiezas y tratamientos faciales, hidrataciones, ayudar en problemas de acné de primer grado, pues los más profundos los derivará al dermatólogo, etcétera.
Silvana Narváez, comerciante y profesora, dice que se dedicó por entero a esta formación ya que sus hijos son grandes e independientes, entonces tuvo tiempo. Además a ella siempre le ha fascinado el mundo de la cosmetología, considera que es importante el cuidado personal porque eso mejora el autoestima.
Piensa que la edad no es un impedimento para seguirse preparando en la vida, además que el ser humano se nutre de conocimientos.
El panorama en el auditorio del SECAP, la tarde de la graduación, si bien era de rostros emocionados, también era de soledad entre los graduados, pues en la silla adjunta no tenían a sus seres queridos, como el caso de Ximena Patiño, cuya hija tenía que esperar en la parte posterior, porque se tenían que mantener el distanciamiento social.
Un negocio independiente es la aspiración de varios participantes del programa
Juan Carlos Pañi, 38 años
“Estoy muy contento de haber logrado esta meta de graduarme, por fin este título. Ahora otra meta: mi cabina estética”
Lida Ochoa, 40 años
“Ya he practicado con mi familia y con buenos resultados se han quedado satisfechos; estoy agradecida con mis maestros”. (I)
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