El voto de los jóvenes será decisivo en las elecciones generales del 7 de febrero

Las redes sociales se han convertido en una nueva tarima de los candidatos a las elecciones seccionales del domingo, no solo por las restricciones de la pandemia sino también porque esas plataformas sirven de intercomunicadores con la población joven.

Su voto es preponderante en las próximas elecciones, ya que según las proyecciones poblacionales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) son el grupo etario de mayor proporción con poder de sufragio.


Según la reforma al Código de la Democracia, se considera joven a aquella persona que tiene entre los 18 y los 29 años, definió que es necesaria ya que los partidos políticos deben tener en sus listas al menos un candidato que represente a este grupo de la población.

A nivel nacional, los jóvenes suman entre 3,3 y 3,5 millones de votos, lo que representa más del 20 % del total de sufragios.

Otro grupo, que si bien no es considerado joven por el Código de la Democracia, pero que corresponde a la generación Y, o millenials, que va desde los 30 hasta los 40 años de edad, abarca un 15,43 % de la población.

A nivel del Azuay, según las proyecciones del INEC, los jóvenes suman 178.312 votantes, esto es el 29,9% de la votación general que es de 618.406 personas. Las personas entre 30 y 40 representan 134.209 votos; es decir, el 21 % de los votantes.

Las estrategias para captar este voto son varias. A nivel nacional los presidenciables han migrado hacia la red social Tik Tok, donde la mayor parte de usuarios tienen entre 13 y 23 años, y comparten videos con sus seguidores jóvenes.

La experta en comunicación política, Caroline Ávila, destaca que “son importantes las redes que llegan a estratos juveniles aunque no son el “Santo Grial”. Sin relato que conecte con sus intereses no alcanzan los memes”.

El sociólogo Felipe Serrano coincide, sostiene que si bien los candidatos han logrado estar en el debate de los jóvenes, no siempre el mensaje sirve para sumar votos, para él “ninguno ha logrado colonizar ese espacio, se los ve aún como ajenos y no empatan con lo que ese grupo poblacional busca: más activismo y menos política tradicional”.

En Azuay, los candidatos jóvenes ocupan los últimos lugares de sus listas con lo que sus posibilidades de llegar a la Asamblea Nacional bajan.

Pese a esto, su presencia en las papeletas ha generado un peso en la forma de hacer campaña y en las temáticas abordadas, que tienen que ver con activismos como el aborto, el feminismo, o el ambientalismo.

Candidatos de experiencia, como Marcelo Cabrera, creen que su participación es necesaria para “un cambio generacional de la política local”. (I)