Tratamiento gratuito para niños con pie equinovaro

La técnica ponseti tiene como propósito corregir esta deformación, sin necesidad de cirugías.

Desde hace aproximadamente ocho años, el Hospital Vicente Corral Moscoso (HVCM) brinda atención y tratamiento gratuito para los menores que padecen de pie equinovaro, también conocido como pie zambo. Este servicio es posible gracias a un convenio firmado con el programa internacional “Miraclefeet”, que financia dichos tratamientos en Cuenca y otras cuatro ciudades del país.

Según explica Gustavo Ochoa, ortopedista-traumatólogo del HVCM, el pie equinovaro es una deformación que presentan los niños al momento del nacimiento. Los pies están en una posición metida hacia la parte interna de las piernas (puede ser un pie o ambos). Ochoa manifiesta que esto ocurre en 1 de cada 500 nacidos vivos, aunque en Ecuador no existe una estadística real.

En el hospital Regional, más de 160 niños son beneficiarios de esta atención, desde niños recién nacidos, hasta niños más grandes que están en la etapa final del tratamiento y esperan recibir el alta médica. Ochoa acota que todavía no se ha podido determinar qué causa esta deformidad en los pies, pero se conoce que no está relacionada a otros problemas en los niños.

“Esto es tratable desde la primera semana después del nacimiento. El tratamiento es a través de la técnica ponseti o de yesos correctores y sucesivos. Con esto evitamos cirugías innecesarias, que implican cicatrices, riesgos y posibles secuelas”, dice Ochoa.

La técnica ponseti consiste en enderezar progresivamente los pies, en el curso de dos meses, con la ayuda de ocho yesos. Pasado este tiempo, el siguiente paso es el alargamiento del tendón percutáneo, y por último, el tratamiento propone el uso de zapatos con una barra especial, conocida como barra de Dennis Brown.

“Estas barras y zapatos los vamos cambiando conforme crece el pie del niño. Luego, cuando ya camina, colocamos las barras solo en las noches, cuando duerme. Así, nos vamos hasta los cuatro o cinco años. Es un tratamiento largo, pero efectivo”, indica el galeno.

En el sector privado, este tipo de tratamiento puede llegar a costar no menos de 4.000 dólares. Mientras, el HVCM es el único hospital público que recibe la donación de todos los implementos (yesos, zapatos, barras especiales), por lo que cada vez se suman más pacientes.

“Tenemos niños de todas las edades, desde un mes de nacidos, hasta niños de 8 y 9 años. No son solo de Cuenca, recibimos también a niños de Loja, Machala, Ambato, Riobamba, que han venido a dar un seguimiento del tratamiento porque es una clínica de alta especialidad”, agrega Ochoa.

El tratamiento

Para acceder a este servicio, los interesados deben acercarse al hospital Regional los días jueves y registrar a los niños que padecen de pie equinovaro. No son necesarias las hojas de referencia.

En la primera cita, los padres del menor despejarán todas sus dudas acerca del pie equinovaro y sobre el tratamiento con la técnica ponseti. Ochoa manifiesta que para este fin, se apoyan en material audiovisual.

“Una vez que tenemos esto claro. La siguiente etapa es la colocación de los yesos, la tenoctomía (tratamiento del tendón), y la etapa de la barra y zapatos. El compromiso de los familiares es fundamental para que el resultado sea óptimo”, recuerda Ochoa.

También, es importante que el tratamiento no sea abandonado de manera prematura, puesto que la deformidad podría regresar y más adelante, será más difícil corregirla.

“El tratamiento no es doloroso, es incómodo, pero es algo pasajero. Ya cuando el niño empieza a caminar, utiliza zapatos normales, no necesita zapatos ortopédicos, ni plantillas, ni terapias físicas. Es decir, se incorpora a las actividades normales sin ninguna restricción”, sostiene Ochoa.

Lo que debe saber

El pie equinovaro o zambo es uno de los problemas clásicos de ortopedia infantil. Es una deformación congénita, es decir, se nace con este problema, no se desarrolla con el tiempo. De hecho, durante las ecografías es posible determinar si el bebé tendrá este problema.

Todo bebé es propenso a padecer de esta enfermedad, aunque la probabilidad aumenta si en la familia del niño alguien padece o padeció de pie equinovaro.

Existen dos tipos de tratamiento. Por un lado, el método tradicional, que supone el uso de yesos por un tiempo y una posterior cirugía. En este caso, la consecuencia es que el pie no crece proporcionalmente y el niño no desarrolla la fuerza necesaria para soportar largas jornadas de pie, puesto que se cortan los tendones y ligamentos de los tobillos y pies para enderezarlos. Asimismo, los tendones se vuelven a contraer y es obligatorio someterse a nuevas cirugías.

Por otro lado, la técnica Ponseti, endereza gradualmente el pie mediante masajes a los músculos y tejidos, además de apoyarse en la aplicación de yesos. Lo recomendable es que este tratamiento inicie durante los primeros meses de vida, aunque también ha resultado efectivo en niños de más edad, adolescentes y adultos.

En caso de que el paciente con pie equinovaro no reciba tratamiento, la consecuencia será que caminará torcido durante toda la vida, puede sufrir dolor y su movilidad se disminuirá. Mientras que si es tratado correctamente, mejorará su calidad de vida y podrá incorporarse normalmente a todas las actividades. (I)