Morbo social

Nancy Negrete Martínez

La información que circula en las redes sociales se ha convertido en una mercancía vulgar, en un manejo morboso, resultado de una violencia social que ya no se puede ocultar. Esto se evidenció con una serie de videos  que circulaban en las distintas redes, consecuencia de un acto inhumano condenable, que se produjo dentro de las cárceles del Ecuador en días anteriores, pero que, a más del incremento del rating, sus imágenes llevan a la insensibilidad. A juzgar de lo que la gente consume, marchamos directamente a una desintegración moral de la sociedad.

La crueldad y el horror no son nuevos, la novedad se da en el manejo de estas imágenes y en el impacto que causan. Esta clase de información magnetiza a la audiencia, para continuar ávidos de espectáculos sangrientos. Su consumo habitual vuelve al individuo insensible y adicto; lo peor, es que luego requieren dosis más grandes de sangre, crueldad y perversión para saciar el morbo. Lamentablemente, este imaginario de violencia que se siembra en la sociedad con este tipo de información, atenta e invisibiliza el dolor de los otros.

La salud mental debe ser considerada una prioridad y eso incluye lo que consumimos. Que no nos sorprenda que luego de ver este tipo de videos que circulan públicamente, ocurran los más insólitos, perversos o depravados actos sádicos, basado en imitaciones, que se comentan ante sí mismo o ante los demás.

La familia, la comunidad educativa y el Estado deben estar vigilantes a que la violencia no se intensifique ni se masifique, aunque, lo más grave es la complicidad con la que se “sigue el juego” de divulgación de estos actos inadmisibles y repudiados, que parecen poseer una legitimación mediática consumista que, contrario a generar conciencia, solo suma insensibilidad al ser humano. (O)