La campaña electoral de cara al balotaje presidencial del 11 de abril en Ecuador, entre el candidato correísta Andrés Arauz y el centroderechista Guillermo Lasso, se inició este martes con promesas para superar la grave crisis económica en el país, que se ha visto agravada por la pandemia.
El escrutinio del Consejo Nacional Electoral (CNE) de la primera vuelta del 7 de febrero, refrendado por una reciente decisión del Tribunal Contencioso Electoral (TCE) de no dar paso a un recuento de actas por supuesto fraude, ubicó a Arauz en el primer puesto con una cómoda victoria con el 32,72 % de votos.
El candidato correísta fue seguido por Lasso en segunda posición con 19,74 % y en tercera el candidato indígena Yaku Pérez, con 19,39 %, que hasta el día de hoy denuncia un fraude electoral pero que ya quedó fuera de juego.
TIBIO INICIO DE CAMPAÑA
«Vamos a trabajar para promover la inversión y la generación de empleo en Ecuador», dijo Lasso en una intervención pública en Cutuglahua, el extremo sur de la capital, donde hoy mantuvo una reunión con grupos indígenas y campesinos, su primer acto de campaña para unas elecciones de las que saldrá el próximo presidente del país.
Lenín Moreno, que termina su mandato el 24 de mayo, no se presentó a estos comicios, por lo que Ecuador deberá elegir entre un regreso al correísmo, de la mano de Arauz, o la corriente neoliberal de Lasso, para quien es su tercer intento consecutivo por llegar a la presidencia desde 2013 al frente del movimiento Creando Oportunidades (CREO).
En el acto de hoy, el político centroderechista aseguró que propiciará la inversión en infraestructura, caminos vecinales, «crédito a los pequeños agricultores, pequeños ganaderos y a los artesanos», al 1 % de interés, a 30 años plazo.
Y defendió un «encuentro entre todos los ecuatorianos» para que el país deje a un lado «esa cultura del odio, de la división, del insulto, de la estigmatización, de la discriminación, del racismo».
El balotaje de abril constituye en ese sentido una repetición del de 2017, cuando Moreno se presentó por el correísmo, un movimiento del que se apartó rápidamente.
«No es una elección cualquiera (pues) Ecuador se debate entre dos modelos: uno el que representa el señor Arauz, quien le ha propuesto a Ecuador la desdolarización ecuatoriana», y el otro, el suyo que, dijo, ratifica la vigencia y fortalecimiento de ese sistema.
DOS MODELOS CONTRAPUESTOS
Las elecciones se celebran en un ambiente de crisis económica agravada por la pandemia y la necesidad urgente de impulsar la vacunación, que apenas ha alcanzado hasta ahora a unas 120.000 personas en un país de 17 millones.
En esta puja, Arauz se reunió este martes con seguidores también en el sur de Quito para trabajo comunitario de limpieza de quebradas.
El cuidado del medioambiente «es cuidar también las fuentes de agua, los ríos, que tengamos políticas de saneamiento, un entorno adecuado y todo esto complementado con una gran política de educación ambiental. Avanzar hacia una sociedad menos dependiente de los combustibles fósiles», señaló.
De 36 años, lo que de ganar le convertiría en uno de los presidente más jóvenes del mundo, Arauz vio en el inicio de campaña «la recta final» por el cambio después de cuatro años de gestión por Moreno, a quien acusa de haberse dejado influir por grupos bancarios y empresariales.
«Estoy preparado para transformar la indignación de nuestro pueblo en esperanza. Saldremos de esta crisis, acompañados de una nueva generación, unida y sin odio», escribió en su cuenta de Twitter.
La campaña la lanzará oficialmente este martes a media tarde con una «caminata puerta a puerta» por el norte de la ciudad y a las 21.00 locales por Facebook (02.00 GMT del miércoles), bajo el lema «Contigo, con todos, ahora».
A las familias en crisis, les aseguró que cuando llegue a la presidencia «les llegará un alivio», «una ayuda directa e inmediata y reestructuración de deudas», su propuesta para reactivar la economía.
En la anterior fase, Arauz prometió mil dólares a cada familia necesitada, fortalecer la dolarización evitando que las familias pudientes saquen capitales del país, invirtiendo desde el sector público, así como con todo tipo de medidas que contrastan con el modelo de su contrincante.
EL «FRAUDE» NO DEMOSTRADO
El balotaje en Ecuador, que coincidirá con otros procesos electorales en Chile, Perú y Bolivia, comienza luego de un largo proceso de reclamos de Pérez, del movimiento político Pachakutik por supuesto fraude.
El líder indígena exigía la revisión de 28.000 actas, casi el 70 % del escrutinio, pero el Consejo Electoral no dio paso más que a un puñado de ellas.
El domingo pasado, el TCE cerró la última posibilidad de Pérez rechazando su demanda en una sentencia de más de 40 páginas, pese a lo cual Pachakutik decidió presentar un recurso para que el tribunal fundamente su sentencia. Un mero tecnicismo legal sin ningún efecto.
Según el ya inamovible calendario electoral, el próximo domingo se desarrollará el debate entre los aspirantes a suceder a Moreno, y que girará en torno a economía, salud, educación, desarrollo humano, relaciones internacionales y movilidad humana. EFE