El centro parroquial de la pintoresca y acogedora Jima, se localiza a 47 km de Cuenca, desplazándose por la Panamericana Sur hasta Cumbe, siguiendo la vía a San José de Raranga, luego un desvío hacia ella. Arribar toma un tiempo aproximado de 1 hora y 15 minutos en una carretera de regulares condiciones.
Un 12 de noviembre de 1820, hace dos siglos, este hermoso terruño, es bautizado por parte de una comisión especial eclesiástica-civil como la Parroquia de San Miguel de Jima, coincidiendo con el día en el cual Cuenca logró su independencia.
Existen decenas de motivos para visitarla como su riqueza natural y paisajística, bosques nativos con gran biodiversidad: osos de anteojos, tigres, venados, avifauna, ríos de aguas cristalinas, siendo un potencial para el desarrollo del agro-ecoturismo. Además, alberga riqueza histórica y cultural importante. Su queso amasado es una delicia, desde abril se disfruta de una variedad de manzanas y productos agrícolas. Pero sobre todo lo demás es su gente trabajadora, bondadosa y progresista.
Lamentablemente las entidades nacionales y provinciales no han sido retributivas con el esfuerzo de su población, se carece de una vía pavimentada que favorezca la movilidad como primera necesidad, las coberturas de agua potable, alcantarillado y residuos sólidos son deficitarias, los equipamientos de salud, educativos y deportivos están en mal estado, no hay agro producción, con la presencia de preocupantes índices de pobreza y extrema pobreza.
El presidente Lcdo. Raúl Morocho Guaraca y los miembros de la GADP de Jima están trabajando incansablemente para que en su bicentenario por fin sean atendidos por la Prefectura del Azuay, las Municipalidades de Cuenca y el Sígsig, para tener acceso vial pavimentado que incentive el turismo, la producción; facilitar la salida del queso, yogur, frutas, cuyes y cerdos y artesanías de calidad hacia los mercados de Cuenca y el Azuay. (O)
