Elizabeth Bravo será la primera cuencana en competir en Tokio

La próxima semana Elizabeth Bravo concentrará en la Escuela Superior Naval, en Salinas, y luego partirá a Tokio para sus terceros Juegos Olímpicos. Será la primera cuencana en competir en territorio nipón. Su prueba está programada para el 26 de julio a las 16:30 de Ecuador en el Parque Marino de Odaiba.

La distancia oficial es la Standard u Olímpica: 1.500 metros de natación, 40 km de ciclismo y 10 km de carrera a pie. La última vez que compitió en esta distancia fue el 23 de febrero de 2020 cuando logró un quinto lugar en la Copa Panamericana de La Habana, Cuba, antes de la pandemia por la COVID-19.

Gran parte de las pruebas clasificatorias a Tokio se desarrollaron en la distancia sprint: 750 metros de natación, 20 km de ciclismo y 5 km de pedestrismo. Bravo advierte que podría convertirse en la distancia oficial en los Juegos Olímpicos de París 2024. Por ahora es consciente que tendrá que hacer el doble de esfuerzo y bajo temperatura y humedad altas.

Transiciones

Un factor importante en este deporte son las transiciones (T). Pueden ser determinantes en la posición final de los competidores. La T1 es la más compleja. Para no perder mucho tiempo, cuando salen del agua y se dirigen a la bicicleta, los triatletas deben quitarse el neopreno (traje para nadar), las gafas y el gorro. Además, deben tener la técnica para correr con la bici agarrada por el sillín hasta cuando lleguen a la zona en la que la puedan montar.

La T2 tampoco es sencilla, sobre todo porque el deportista viene con bastantes kilómetros encima. Los triatletas deben tener automatizado el gesto de bajar de la bicicleta en marcha y de correr con ella agarrada por el sillín hasta llegar a la zona en la que tendrán que colocarse las zapatillas de running.

Expectativas

Bravo siente que llega con mayor madurez a Tokio, aunque confiesa que pensó en no ir a la cita olímpica cuando estuvo ocho meses sin poder correr por el síndrome de la banda iliotibial. Su esposo y entrenador Francisco Tirado la motivó a no darse por vencida.

“Elizabeth se adapta muy bien al calor”, señala Tirado y añade que hasta el año anterior pensaban en un top 10 y soñaban en un diploma olímpico. La proyección varió un poco debido a las situaciones vividas por la pandemia y la lesión. En Londres 2012, Bravo se ubicó en la posición 49 con 2h10m. En Río de Janeiro 2016 terminó en el puesto 47 con 2h07m.

Antes de la pandemia tenían previsto hacer un campamento en Hong Kong. La pandemia y la falta de recursos cambió los planes. Tirado espera contar con el apoyo de las autoridades para que Bravo pueda entrenar en Salinas con la Selección Nacional. Uno de los objetivos en este concentrado es ganar mayor resistencia.

Esposos

Tirado y Bravo tendrán la dicha de compartir como pareja los Juegos Olímpicos de Tokio. Ser testigo del entrenamiento invisible del deportista, es para Tirado una de las ventajas que como esposo tiene sobre otros entrenadores.

Por Colombia, en BMX competirán los esposos Mariana Pajón y Vincent Pelluard; por Guatemala, en marcha atlética, competirán los esposos Mirna Ortiz y Erick Barrondo; y en este grupo se podría integrar a Erica Rocha y Andrés Chocho. Ellos conviven en Cuenca desde hace años y competirán en marcha atlética. (BST)-(D)