Gracias Richard

Francisco Cherres Tamayo

Gracias Richard, porque a través de tus músculos, tu mente, tu sacrificio y tu perseverancia, nos permites a todos los ecuatorianos nuevamente regocijarnos y vibrar de emoción, al conseguir esta medalla de ORO olímpica. Gracias, porque solamente un corazón y un alma como la tuya, son capaces de sacrificarse tanto, hasta dejar la última gota de sudor en la pista, por regalarnos una victoria incomparable, que mantiene latente esa luz de esperanza para tu querida patria, que te vio nacer. Gracias Richard, porque tus innumerables triunfos son una bofetada a la corrupción y a los políticos mefíticos, aquellos que ahora tratarán de aprovecharse de tus triunfos, para subirse en el carro de la victoria. Gracias Richard, por demostrarnos que, con gente íntegra como Tú, la imagen de nuestro país, hoy sumido en el atraco, el descaro y la codicia, puede ser redimida; ojalá cambien la moral, los valores y principios, que tanta falta nos hacen. Gracias Richard, porque con cada triunfo tuyo olvidamos al menos momentáneamente la imagen de tantos niños desnutridos, hambrientos, que deambulan por la calle en busca de pan y esperanza; de tantos ancianos y jubilados que ofrendaron su vida a la patria con su honrado y sacrificado trabajo, a cambio de nada, porque se llevaron hasta sus ahorros; en fin, de tantos y tantos compatriotas que mueren con cada día que pasa, por falta de solidaridad y oportunidades de trabajo. Gracias Richard porque, a pesar de haber alcanzado la gloria, cuántas veces te propusiste, mantienes tu cordura; nunca cambies tu sencillez, ni tu humildad; no olvides tus ancestros, ni tu pasado de penurias, de lo cual te debes sentir orgulloso, demostrándonos a todas luces que jamás hay que marearse, como sucede con mucha gente que nunca consiguió nada, a más de dinero, muchas veces mal habido.  Gracias Richi, porque a cambio de los “ídolos de pacotilla” con los cuales quieren alienar la mente de nuestro pueblo, tu si eres un auténtico ÍDOLO de carne y hueso, un verdadero y tangible ejemplo para la presente y las futuras generaciones, no solo de Latinoamérica, sino a nivel mundial. (O)