El tiempo del cinismo

Hugo Darquea López

No se puede decir que en estos años prevalezcan los principios de la buena vida humana, hoy más bien se constata que el dominio indebido, injusto y malévolo de quienes asumen el poder mediante el engaño y el fraude, sigue su ruta; pocos son los países en los que se logra que la decencia prevalezca. Vemos algo insólito: las cárceles son el centro de operaciones de las mafias y del crimen organizado y un organismo internacional rechaza la decisión del tribunal judicial que notifica con alerta roja para un fugitivo sentenciado en firme.  Así las cosas, los delincuentes están de plácemes.

Hace pocos días alguien se manifestó de manera torpe pidiendo que si se roba   se robe bien, para luego ante el rechazo de la gente honesta, que aún existe en gran proporción se pretenda aclarar o negar tales palabras, afirmando que esa frase no se dijo o que se la interpretaba fuera de contexto.  Por este camino se armó una mayoría que prefirió salvar a su autora por espíritu de cuerpo. En ese mismo escenario, una denuncia de compraventa de servicios ilícitos ya se denuncia.  La Asamblea, que tiene integrantes de valor debe depurarse con responsabilidad cívica.  En otros medios de las funciones del Estado, como la Administración de Justicia, se debe dar fe de su prestancia. En la Democracia, la buena fe, debe ser honrada. Tengamos presente que la Política es la Ciencia del Bien Común.  La Probidad Notoria, más allá de los títulos o con ellos, si así se requieren, debe ser la condición imprescindible del debido orden social.

 Recordemos, los pensadores de la antigüedad enseñaban que solamente puede haber Democracia y República cuando prevalece la Virtud. Claro, se dirá, que son palabras y conceptos obsoletos, porque hoy solamente los “inteligentes y hábiles” en sus manejos sin importar la moral, tienen razón y futuro. Un afán desmedido de hacer fortuna, la codicia, gana sus adeptos, ella, es obra del ingenio dicen. Pero no es así, en esa mayoría de la comunidad nacional, está la respuesta. (O)