Misa del Cuerpo

María Eugenia Moscoso C.

Sin duda alguna, Jorge Dávila Vázquez utiliza la palabra para generar belleza y armonía en el juego poético o  ”artes imitativas”, como ya sostuviera Aristóteles en su Poética, el texto poético es de carácter imitativo –la mímesis- o imitación de la naturaleza, considerado como “una fuerza motriz”, por ello el autor de este poemario, al sumar ya, un ejercicio continuado a través de media docena de textos, circunscritos en el género lírico;  una vez más, siguiendo su producción lo vemos como un escritor prolífico, así  es y así lo constatamos, Jorge Dávila Vázquez, con más de medio centenar de publicaciones, en la novela, en el  cuento, en la poesía, en el teatro y en el ensayo, Hoy, nos ofrece este nuevo poemario que constituye una reflexión sobre su ser y su vida, sobre sus preferencias, sus paseos por el mundo y sus lecturas, una introspección por sus sentimientos que explosionan y que habla, así: “amor, es el ruido del viento entre los sauces… La calidez de la frase aun no dicha… Una flor que se abre en un estanque… La sed que se sacia alegremente…”

No hay duda que Jorge Dávila Vásquez potencia en su poesía, el valor de la palabra, desde la doble dimensión de lo subjetivo, sustentado por lo objetivo. Su métrica se expresa en libertad, aquella de la que goza el poeta en su enorme alcance significativo. En esta obra poética, incorpora cada uno de los motivos de la celebración eucarística, para desarrollar la misa como un ritual, como una verdadera elevación del hombre hacia su Dios. ¡Celebramos con su autor y los seguidores de la poesía, esta nueva entrega en el género lírico! (O)