Hoy se cumplen tres semanas desde que el Foro Autónomo por la Defensa del Azuay (FADA) envió un oficio al alcalde y al Concejo Cantonal a manera de recordatorio sobre el resultado de la Consulta Popular por el Agua. El documento menciona que el Concejo Cantonal se apresta a debatir la ordenanza que norma el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial y el Plan de Uso y Gestión del Suelo (PDOT-PUGS), y solicita al alcalde y a los ediles que incorporen como territorios donde está prohibida la actividad minera, tanto en las Zonas de Recarga Hídrica como las Áreas de Protección Hídrica de los ríos Tarqui, Yanuncay, Machángara, Tomebamba y Norcay.
El FADA también especifica que el Art. 238 de la Constitución de la República reconoce la autonomía de los GADS, por lo cual es imperativo que ejerzan con determinación la autonomía y descentralización en la planificación territorial, protegiendo y conservando las zonas sensibles y frágiles que constituyen nuestras fuentes naturales de agua.
Haciendo una síntesis, se colige que el GAD Municipal de Cuenca tiene la facultad de limitar los usos de suelo en los territorios donde nacen los ríos mencionados garantizando el abastecimiento de agua pura, respecto a lo cual nos pronunciamos los cuencanos el 11 de abril. Hasta la presente fecha el Ministerio del Ambiente (MAE) no ha delimitado las Zonas de Recarga Hídrica. ¿Qué espera la municipalidad para coordinar con el MAE la ratificación de esas áreas?
El 22 de febrero el alcalde dijo textualmente en un canal de TV: “…con la coherencia que nos caracteriza, lo que pensamos lo decimos y lo que decimos lo hacemos…”. Los cuencanos podremos perdonar y olvidar que no haya cumplido con ninguna de las promesas que hizo en campaña, pero para la promesa de defender el agua, no habrá perdón ni olvido.
¡Por otro lado, es inverosímil la postura de varias emisoras radiales que trasmiten cuñas de las compañías mineras! ¡Qué pasó, señores radiodifusores! ¿Acaso ustedes y sus familias consumen una agua distinta al 80% que apoyamos la Consulta? Así no hayan votado por el SÍ, por sentido común no deberían transmitir propaganda de las multinacionales que buscan enriquecerse contaminando nuestra agua. Ni todo el dinero del mundo justifica su proceder en un caso tan sensible como lo es este. ¿De qué cuencanidad hablan? Eso se llama deslealtad… (O)
