Expertos en conservación de Ecuador e Israel participan desde este lunes en un simposio para analizar metodologías y soluciones ambientales para las Galápagos, tras la ampliación de la reserva marina alrededor del archipiélago.
Denominado «Sostenibilidad en las Islas Galápagos: siglo XXI y más allá», el encuentro es organizado por la Fundación Charles Darwin (FCD) y la Universidad de Tel Aviv (TAU), y reúne hasta el miércoles a destacados expertos en conservación, medioambiente y ecosistemas marinos en la Estación Científica Charles Darwin, en la isla Santa Cruz.
COOPERACIÓN CIENTÍFICA BILATERAL
Este encuentro es «el mejor ejemplo de la política del presidente Guillermo Lasso, de más Ecuador en el mundo y más mundo en el Ecuador», consideró en su inauguración la embajadora de Ecuador en Israel, Helen Deller, a través de un mensaje grabado.
Y se refirió al decreto de Lasso que amplió hace tres semanas la reserva en torno al archipiélago para crear una de las más grandes áreas marinas de protección del mundo, viendo el encuentro científico como «un nuevo paso en este marco de los esfuerzos de conservación de Ecuador, la comunidad internacional e Israel».
«En este evento lo que queremos es explorar nuevas líneas de investigación, nuevas tecnologías, modelos innovadores, metodologías y fortalecer de esa manera las alianzas que existen», declaró a Efe la directora de Ciencias de la FCD, María José Barragán, antes de avanzar los temas principales en torno a los que gira la reunión como son la conservación, sostenibilidad y amenazas.
Aunque es el primero en Galápagos, se trata del segundo encuentro de colaboración científica que su fundación desarrolla con la TAU, después de un primero hace dos años en la ciudad costera israelí.
Por la parte ecuatoriana participan representantes de la FCD, del Parque Nacional Galápagos (PNG), del Consejo de Gobierno del Régimen Especial de las islas e investigadores de la Universidad San Francisco de Quito con proyectos en las islas.
En la cita científica, Ainoa Nieto, de la FCD, expuso sobre la amenaza que representan los plásticos a las tortugas de las islas, mientras que Jenifer Suárez, bióloga del PNG, dio a conocer un proyecto piloto de restauración de corales, un animal marino que está también en las costas del Mar Rojo, al sur de Israel.
De ese país han llegado a Ecuador trece expertos de diferentes universidades y representantes del Ministerio de Protección Ambiental, mientras que la Premio Nobel de Química en 2009, Ada Yonath, envió una presentación grabada sobre antibióticos y el problema de la resistencia a los mismos.
El embajador israelí en Quito, Zeev Harel, recordó que su país tiene más de un millar de empresas emergentes enfocadas en «proteger el medioambiente», que comprenden el 10 % de todas las tecnológicas fundadas en Israel en el último año.
SINERGIAS PARA LA PROTECCIÓN
El Gobierno del presidente Lasso se ha propuesto un acercamiento a Israel en busca de cooperación científica y tecnológica, y el mandatario tiene prevista un visita a ese país que debió haber realizado en enero pero fue aplazada por la ola de covid.
Su objetivo es alentar el emprendimiento y la productividad mediante fórmulas, herramientas y procesos investigativos desarrollados en ese país.
«Algunos de los problemas que tienen las islas (Galápagos) también los tenemos en Israel», aseguró Noa Shenkar, bióloga marina de la Facultad de Ciencias Biológicas y del Museo de Historia Natural de la TAU, quien confía en que el simposio genere sinergias y transferencia de conocimiento.
Como ejemplo puso las especies invasoras que cruzan del Océano Índico al Mediterráneo a través del Canal de Suez: «Lo hemos estudiado y podemos compartir nuestro conocimiento y análisis para hacer recomendaciones confiables aquí en Galápagos», aseveró.
Otro problema conjunto es el del agua potable, ámbito en el que Israel es puntero en invenciones amigables con el medioambiente.
Dror Avisar, del Centro de Investigación del Agua de la TAU, presenta en el encuentro dos iniciativas: una para generar agua potable a partir de la humedad del aire y otra para tratar aguas residuales.
«El agua potable es lo más esencial y estas islas sufren de escasez, por lo que presentamos un sistema que no está conectado a ninguna fuente de agua», explicó el científico a Efe al referirse a una innovadora máquina del tamaño de dos refrigeradores capaz de producir 80.000 litros al día a partir de la condensación del aire. EFE