Con enorme beneplácito, hemos comprobado cómo viene trabajando la Universidad del Azuay y su Casa Editora. La verdad es que en estas últimas semanas se han editado y lanzado un sin número de obras muy valiosas, tanto por su contenido académico, científico y literario, así como por la calidad de la edición y del material físico de los libros. He tenido la suerte de asistir a algunos de estos lanzamientos, y he sido testigo fiel de la magnitud y brillantes de estas presentaciones, donde se destacan la sobriedad y la capacidad de síntesis, de los discursos de su ilustrado rector, de los presentadores de las obras, así como de los autores; además de resaltar la puntualidad y el toque de distinción de los auditorios utilizados. Debemos resaltar y aplaudir que, en estos últimos años, esta universidad ha denotado una loable transformación y un cambio estructural en el ámbito científico y físico. Con la remodelación de su vasto y colorido campus universitario; con la apertura de su amplia y nutrida biblioteca; con la inauguración de su piano cafetería, que deleita con una vista maravillosa de nuestra preciosa ciudad. Con la gran función social que desarrolla la “Casa de servicio a la sociedad”, ubicada en la avenida Solano; con el permanente auspicio y apoyo que se brinda, para que estudiantes y maestros salgan a realizar cursos de especialidad y maestrías en el exterior; y con la grata y actual noticia de que, su conjunto musical, “La Tuna de la UDA”, logra un triunfo internacional en Murcia, España; este centro de estudios superiores se ha convertido en un referente no solo a nivel nacional , sino de Latinoamérica. Estamos seguros que continuará esta sacrificada y fructífera labor en bien de la academia, la ciencia y la sociedad. Mis cálidas y cordiales felicitaciones para su rector Dr. Francisco Salgado, para la vicerrectora académica PhD Genoveva Malo; para la vicerrectora de investigación PhD. Rafaella Amsaloni; para la directora de la “Casa Editora” Mgtr. Toa Tripaldi, y demás autoridades de esta prestigiosa Universidad, la cual se ha convertido en un ejemplo para los ecuatorianos, y en orgullo para los cuencanos. (O)
